domingo, 21 de junio de 2009
Néstor Mux: Carta a Hortensia Bussi de Allende
"Lo enterraron, y viene cantando con nosotros”, Pablo Neruda
Argentina, unos días después de la primavera de 1973.
Desde aquí, donde le estamos escribiendo, desde aquí, Hortensia, desde este rincón del mundo, tan parecido al rincón de ustedes, desde esta confusa patria combatiente en marcha, como la de ustedes. Desde aquí, de pie, estuvimos con usted cuando arrojó las flores cercanas sobre la tierra en que no descansa Salvador Allende. Usted no estuvo sola, Hortensia, en Viña del Mar, durante esta primavera enlutada, durante esta primavera que ya nunca más le dirá nada, aunque de la tierra chilena sigan creciendo las flores más dulces. No estuvo sola porque nuestro corazón ya había volado por arriba de la nieve que nos separa y por la otra nieve que quiere poner entre nosotros la traición una vez más; esa traición que vuelve a envilecer el aire americano.
Digo que estuvimos con usted y digo que el compañero presidente o el médico o el Chicho o el asesinado o el suicida, no descansa en esa tierra. Porque en ese pozo de Viña del Mar, oscuro por vergüenza y no por muerte, sólo pudieron enterrar una bandera honrada, un cadáver con pólvora y luz. Lo demás, es decir, nuestro compañero altísimo, estaba en su sitio con un último beso suyo en la boca, y América lo sabía y lo sabe. En cada joven fusilado de Santiago o Valparaíso está presente, está dentro y cae con ellos, una vez más, cumpliendo la palabra, repartiendo el pan, el cobre y la sonrisa humilde, ayudando a cargar con coraje el fusil del francotirador en la eternidad de la noche, demostrando a la tierra, a la historia (en esa que también tuvo que ver nuestro San Martín heroico) que “Chile no se rinde mierda, que hasta la victoria siempre”, que usted no estuvo sola, Hortensia. Y que desde esta confusa patria combatiente le escribo en nombre de no sé cuantos, sinceramente, aun sabiendo que estas palabras signifiquen nada. Pero sinceramente, creameló.
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En: Cartas íntimas para todos, Elepé Ediciones, La Plata, 1974.
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Hortensia “Tencha” Bussi de Allende (1914-2009)
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Etiquetas:
Narrativa argentina,
Néstor Mux
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1 comentario:
¿como matar a la dignidad de una Allende?
imposible creo ,Tencha llevo hasta su muerte su memoria mucho mejor que sus correligionarios
Gracias Nestor por tus palabras
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