jueves, 26 de febrero de 2009

“He sido el ancla” y otros poemas de Rolando Revagliatti




Del poemario “Del franelero popular” (2005)


La letra
con sangre
entra escurriéndose.

*

Perro que muerde
-mientras lo hace-
no ladra.

*

No les pregunto
a mis hijos
cuántos son
sino
que vayan
matándome.

*

El masoquismo hace estragos
en un sinnúmero de sádicos.

*

No nos une la afición al alcohol
sino al quebranto

Será por eso
que la excito tanto.

*

Ni perlas ni margaritas
Despedid
a los puercos.




Del libro “Corona de Calor” (2004)


Ya tengo mis años

Así como
en mi
–forzosamente–
imperfecta juventud

si estabilizaba a una dama inestable
me estabilizaba yo más que si
desestabilizaba a una dama estable

en la actualidad

si desestabilizo a una dama estable
me estabilizo yo más que si
estabilizo a una dama inestable

Perfecta
madurez.


Agarrarla, además, con la mano

Agarrarla, además, con la mano
recuerdo que constituía
aproximadamente
la excelsitud

Supe de excelsitudes sin incluir manos
cómo no

Eso mucho antes

Y atado.


La muy lista

La teta lista me traspasaba
¡Y que esa teta lo diga!
La teta lista me compelía
a pasar a ella
a trasladarme en cuerpo y manos
(La notable notada
en total y en parcial)

La teta actuaba una escena de aquellas
donde se prueban Las Grandes
en sus transiciones
He sido cabalmente el espectador confundido por el asedio
de esa Diva en el personaje
al filo de la corazonada

Soy demasiado excesivo
¡Y que esa teta lo diga!
Perro de presa en el coto de caza.


Soren

Al tipo ese con el que charlé
en la excursión de Pami a Chapadmalal
lo tengo remanyado:
no me costó nada
identificarme

Yo también salvé de mí
–de sus conyugalidades conmigo–
a no menos de cuatro
novias adorables.


Mi duplicador

Mi duplicador alcanzó el pubis aguerrido de Samanta
pero no conforme con el citado logro
alcanzó las acojonantes aréolas de Moira

y como no hay inconformista más rotundo que mi duplicador
alcanzó también la despojada nalga izquierda de Ingrid primero
y luego la derecha nalga tatuada con un caimán
de mi propia hermana:
Ana.



Del libro “Sopita” (2001) (Sexta edición en 2008)


Holgar a costa de papá

Las tortugas
¿11 o 14
en el auto?

¿11 o 14
las veces que nos detuvimos
en los sucesivos serruchos
patagónicos?

¿Papá y el Ford 40 un solo corazón
y mamá un corazón resignado?

¿“La Monumental”
a través de su gran productor
empaquetando chubutenses y santacruceños
y las tortugas arrancadas
de sus destinos?

¿Mamá y yo la holganza
y papá la platita
que mamá administra?

Aporteñaremos las tortugas
las repartiremos
ese fastrai (incordios)
entre vecinos, parientes y favorecedores

Volveré al colegio
¿Y mamá también arrancada
de su destino?


Fantasmas

La infancia con canteros
los años
apretados en la corteza

Yo aprendo
con los fantasmas solariegos
a leer los avisos de los diarios
como el mejor spiker

Eros en papillas, mami
clavado a la cuchara
¡cuándo no!

Escribo con tiza
mi nombre únicamente
con qué otra cosa que no tiza

Quedó quizá en la carbonera del fondo mi triciclo
cerca de las hormigas y la menta
próximo a un caracol maravilloso.


Horripilante

¡Horripilante!
la caída de mis cabellos
de ángel
las palabrejas que no armé
con las letras de un paquete
de fideos
y a lo que no me atreví
con municiones

Me han seducido con crema de arvejas
parientes
cercanísimos.


He sido el ancla

He sido el ancla de mi mamá
y el “no se puede seguir en lo que estábamos”
de mi papá

Él, en parte, pudo
seguir en lo que estaba.


Cansados

(a mi madre)

Los huesos están cansados
No hay modo de no estar cansados
aunque haya descanso

Los huesos están exhaustos
Por eso no hay modo de no
estar cansados
aunque haya descanso

Los huesos, además, están hartos
de soportarnos, de tolerarnos
nos odien
o nos amen

Los huesos nos expulsan
suplican que los dejemos ir

Detestan que los retengamos
que los exijamos todavía

“¡No es humano!”, chillan.


Selección de poemas de los últimos libros de Rolando Revagliatti (Buenos Aires, 1945). Psicoanalista, actor, autor teatral, narrador, poeta. 
Pero sobre todo generoso anfitrión de ciclos de poesía. Más Revagliatti acá.
Foto de cabecera: Daniel Grad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gran-de-re-va-glia-tti
próximo a un caracol maravilloso

el fantasma

Mónica Angelino dijo...

!Revagliatti-camente fenomenal!

Mónica