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lunes, 12 de junio de 2017

Saint John Perse, Poesía para aplacar la fiebre


Y VOSOTRAS, MARES…
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     Poesía para acompañar la marcha de un recitado en honor de la Mar.
     Poesía para asistir al canto de una marcha en el circuito de la Mar.
     Como la empresa de dar vueltas al altar y la gravitación del coro en el circuito de la estrofa.

     Y este es un canto de mar como jamás fue cantado, y es la Mar en nosotros quién lo cantará:
     La Mar que en nosotros llevamos, hasta la saciedad del soplo y la peroración del soplo.
     La Mar, en nosotros llevando su ruido sedoso de alta mar y la dádiva de su gran frescura por el mundo.

     Poesía para aplacar la fiebre de una velada en el periplo del mar. Poesía, para mejor vivir nuestra velada en la delicia de mar.
     Y éste es un sueño en mar como jamás fue soñado y es la Mar en nosotros quien lo soñará:
     La Mar, en nosotros tejida, hasta sus zarzales de abismo, la Mar, en nosotros tejiendo sus grandes horas de luz y sus grandes pistas de tinieblas-

     Toda licencia, todo nacimiento y todo arrepentimiento, ¡la Mar, la Mar! a su aflujo de mar,
     En la afluencia de sus burbujas y la sabiduría infusa de su leche, en la ebullición sagrada, ¡ay!, de sus vocales -¡las santas hijas! ¡las santas hijas!-
     La Mar misma toda espuma, como Sibila en flor sobre su silla de hierro…



En: Señales de mar, Sur, Buenos Aires, 1961 (Gallimard, 1957). Versión: Lisandro Galtier.
Saint John Perse (Marie-René Auguste Alexis Léger, nacido en Guadalupe, colonia francesa de las Antillas, el 31 de mayo de 1887 –  Giens, Francia, 20 de septiembre de 1975). Foto: Jmp

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