II
¿Será un mirlo
dando
voces al sortilegio nocturno?
¿o
ancianos carolinos están silbando la noche?
¡Cuánto
aliento abanica un árbol!
La
muerte no es muerte
sino mudanza
y el
silencio del mirlo muda conmigo.
¿Compartirá
con un extraño
que
cruje el ripio del camino?
Contemplo
el valle de este nuevo mundo
con la
fugacidad de mi cuerpo.
¿Es la
madera quien pregunta?
¿Anunciará
el mirlo nuestro despertar?
No hay cazadores esta noche,
déjate
fluir a ciegas,
en el impulso entrega como el justo
lo que
él posee sin saberlo,
una ausencia de
soberbia
y la
pródiga humildad del paciente
que
nunca abandona,
mas deja
al
mundo crecer en su nido,
donde
la galaxia barre con estrellas
no tan
fugaces como el pensamiento
esforzado
en interpretar la existencia
de un
pájaro que llama, canta,
anticipa
los fuegos que viajan
en el
árbol de la noche
escribiendo
la muda carne
del
testigo que solo habla.
9.10.16
“(...) celebrando ya sea el café o la charla apasionada, con el
cariño flotando, con nuestras palabras y compromiso cotidiano… Antonio”.
En:
Otra sombra en el árbol, Ediciones Letras y Bibliotecas Córdoba, 2013.
Antonio
Moro (Córdoba, 1955). Foto: Tapa de libro y jmp, City Bell, 11/16.
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