MAÑANA EN LA VENTANA
Hay un
tintinear de platos del desayuno en las cocinas del subsuelo,
y por las aceras pisoteadas
descubro las almas húmedas de las sirvientas
brotando melancólicamente desde las entradas del servicio.
Pardas oleadas de niebla lanzan hacia mí
desde el fondo de la calle rostros contorsionados,
y arrancan de una viandante con la falda enlodada
una vacua sonrisa que revolotea por el aire
y se desvanece a la altura de los techos.
y por las aceras pisoteadas
descubro las almas húmedas de las sirvientas
brotando melancólicamente desde las entradas del servicio.
Pardas oleadas de niebla lanzan hacia mí
desde el fondo de la calle rostros contorsionados,
y arrancan de una viandante con la falda enlodada
una vacua sonrisa que revolotea por el aire
y se desvanece a la altura de los techos.
MORNING AT THE WINDOW
They are rattling breakfast plates in
basement kitchens,
And along the trampled edges of the
street
I am aware of the damp souls of
housemaids
Sprouting despondently at area gates.
The brown waves of fog toss
up to me
Twisted faces from the bottom of the
street,
And tear from a passer-by with muddy
skirts
An aimless smile that hovers in the
air
And vanishes along the level of the
roofs.
TÍA HELEN
Miss
Helen Slingsby era mi tía solterona
y habitaba en una casita cerca de una plaza elegante
atendida por sirvientes en número de cuatro.
Pues bien, cuando murió hubo silencio en el cielo
y silencio al final de su calle.
Fueron cerrados los postigos y el de la funeraria limpióse los zapatos:
era consciente de que cosas de este tipo ya habían sucedido antes.
El testamento tuvo en cuenta generosamente a los perros,
pero poco tiempo después también murió el loro.
El reloj de Dresden en la chimenea continuó su tictac,
y el lacayo sentóse en la mesa del comedor
estrechando sobre sus rodillas a la segunda criada,
que en vida de su señora fuera tan discreta.
y habitaba en una casita cerca de una plaza elegante
atendida por sirvientes en número de cuatro.
Pues bien, cuando murió hubo silencio en el cielo
y silencio al final de su calle.
Fueron cerrados los postigos y el de la funeraria limpióse los zapatos:
era consciente de que cosas de este tipo ya habían sucedido antes.
El testamento tuvo en cuenta generosamente a los perros,
pero poco tiempo después también murió el loro.
El reloj de Dresden en la chimenea continuó su tictac,
y el lacayo sentóse en la mesa del comedor
estrechando sobre sus rodillas a la segunda criada,
que en vida de su señora fuera tan discreta.
AUNT HELEN
Miss Helen Slingsby was my maiden
aunt,
And lived in a small house near a
fashionable square
Cared for by servants to the number of
four.
Now when she died there was silence in
heaven
And silence at her end of the street.
The shutters were drawn and the undertaker wiped his feet-
He was aware that this sort of thing
had occurred before.
The dogs were handsomely provided for,
But shortly afterwards the parrot died
too.
The Dresden clock continued ticking on
the mantelpiece,
And the footman sat upon the
dining-table
Holding the second housemaid on his knees-
Who had always been so careful while
her mistress lived.
En:
Retrato de una dama y otros poemas. Versión y notas por Alberto Girri y Enrique
Pezzoni. Corregidor, 2007.
Thomas
Stearns Eliot (1888 – 1965).
NOTAS:
“Mañana en la ventana”: Evocación, al decir del mismo Eliot, de uno de los
miles de cuadros penosos que ofrece el mundo contemporáneo. (El poema, 1916)
combina hábilmente en su brevedad la precisión objetiva con la sugerencia
irónica, sugerencia cuyo efecto se basa en que los epítetos utilizados tanto
califican la escena observada cuanto la mirada del observador.
“Tía
Helen”: integra un grupo de poemas juveniles (1915). (En este poema el) humor
se manifiesta con referencias a objetos, costumbres, que pintan un carácter, y
sus consiguientes avatares cuando la dueña de casa se muere, expuestos mediante
antítesis.
Imagen:
Eduardo Sivori, “El despertar de la criada”, 1887.
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