UNA HUESTE DE
PÁJAROS SALVAJES…
Una
hueste de pájaros salvajes
ha
susurrado que aún aletea
tu
verdadero nombre
entre
la pestilente suerte
de
lo que eres.
Salta;
escapa, forastero.
Y
si tus ojos son ciegos
como
lámparas de nadie,
busca
a este corazón en el tuyo, viajero…
Cuando
te sientas
perdido
como pájaro
en
el cosmos.
(Texto
manuscrito)
LOS TURISTAS
(Barcelona)
Los
turistas son bellos como monumentos
trayendo divisas se pasean contentos
trayendo divisas se pasean contentos
Rubios,
australes, de portes sin iguales
Aguerridos atletas de jugar a la paleta
Aguerridos atletas de jugar a la paleta
Van
bajo el sol hasta que llega la noche
Los quinquis del Chino les revientan los coches
Los quinquis del Chino les revientan los coches
Llevan
la ropa más limpia del mundo
Valijitas de juguete, dientes de oro
Valijitas de juguete, dientes de oro
Se sacan fotos bajo los faroles
Ponen cara de asco, si les sirven frijoles
Los
hambrientos del muelle los quieren abordar
Los turistas brillan al costado del mar
Los turistas brillan al costado del mar
Las
rubias, se enamoran de los negros,
Los negros, siempre cosa de negros
Los negros, siempre cosa de negros
Algunos van tan rojos como camarones
Son el ojo desviado de los pobres ladrones!
Confunden todo, todo, todo (porque para eso están)
Pasan por el correo y se van a bañar.
SARA
(Blues)
Sara,
la
judía que sólo lo hacía por amor.
Sara,
conocida
como la peor.
¡Oh,
Sara! Sí, Sara me dio su amor.
Ella
es del fuego
que
mi alma inflama.
La
calle dice que ella
no
está bien casada.
Sara,
quién
sabrá en este mundo
del
goce de amar.
Sara,
si
contemplas hacia allá,
verás;
sí, verás lo que vi yo.
He
visto gente
muerta
en la calle
en
sus ropajes
van
golpeados por la suerte
Van
arrastrados
por
las corrientes
No
ven, escuchan
fueron
como tú y yo. Gente.
Sara,
la
judía que sólo lo hacía por amor.
Sara,
conocida
como la peor.
¡Oh,
Sara! ¡Sí, Sara!,
me
dio su amor.
En
revista “Pan Caliente”, año 1, número 1, mayo de 1981, $5000.-. Director
editorial: Jorge Pistocchi.
Miguel
Abuelo (Munro, Buenos Aires, 21 de marzo de 1946 – 26 de marzo de 1988).
Una pequeña
joya para embellecer el día.
Miguel Abuelo, una masa. Un masazo al estado de confort!
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