LA BUHARDILLA
Vamos,
compadezcamos a los que están mejor que nosotros,
Vamos,
amigo, recordemos que los ricos tienen camareros y no amigos
Y
nosotros tenemos amigos y no camareros.
Vamos,
compadezcamos a los casados y a los no casados.
La
aurora entra con pasitos menudos como una dorada Pavlova,
Y
yo estoy junto a mi deseo.
Y
la vida no tiene nada mejor
Que
esta hora de diáfana frescura, la hora de despertarnos juntos.
LOS
TEMPERAMENTOS
Nueve
adulterios, 12 liasones, 64 fornicaciones y algo así como un rapto,
Pesan
en la conciencia de nuestro fino amigo Florialis,
Hombre
tan suave y reservado en sus maneras
Que
pasa por anémico y asexuado.
Bastides,
al contrario, que sólo habla y escribe de cópulas
Ha
sido padre de gemelos,
Pero
pagando por su hazaña un alto precio:
Ha
tenido que ser cuatro veces cornudo.
CLARA
De
dieciséis ya era una celebridad en potencia
Con
cierta repugnancia por las caricias.
Actualmente
me escribe desde un convento;
Vive
una vida oscura y perturbada,
Y
ninguna salida se presenta.
No
echa de menos a sus hijos
Ni
desea más hijos.
Su
ambición es vaga, indefinida,
No
quisiera quedarse, ni salir.
LA TINA
Como
una tina de baño de porcelana
Cuando
el agua caliente se le acaba o entibia,
Así
el lento enfriamiento de nuestro amor caballeresco
Oh
mi muy alabada y no-enteramente-satisfactoria-señora.
EL ORDEN
SOCIAL
Este
funcionario de gobierno
Cuya
esposa le lleva no pocos años,
Tiene
unos modos tan acariciadores
Cuando
le da la mano a las muchachas.
EL ENCUENTRO
Mientras
hablaban ellos de la Nueva Moral
Los
ojos de ella me exploraban.
Y
cuando me levanté para marcharme
Sus
dedos eran como la fibra
De
una servilleta japonesa de papel.
Versiones
de Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1995) y José Coronel Urtecho (Nicaragua, 1906 –
Costa Rica, 1994).
En
revista “El corno emplumado”, número 24, octubre de 1967, México. Editores:
Sergio Mondragón y Margaret Randall.
Ezra
Pound (EE.UU, 30 de octubre de 1885 – Italia, 1 de noviembre de 1972).
Esto es maravilloso.
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