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sábado, 20 de agosto de 2016

Paul Éluard, Digo la verdad sin decirla


DESNUDEZ DE LA VERDAD

“Lo sé perfectamente”

La desesperación no tiene alas,
El amor tampoco,
No tienen rostro,
No hablan,
Yo no me muevo,
Yo no los miro,
Yo no les hablo,
Pero estoy tan vivo como mi amor y mi desesperación.


LA COSTUMBRE

Todas mis amiguitas son jorobadas:
Aman a su madre.
Todos mis animales son obligatorios,
Tienen patas de mueble
Y manos de ventana.
El viento se deforma,
Necesita un traje a medida,
Desmedido.
Es por todo esto
Que digo la verdad sin decirla.


EL MÁS JOVEN

En el techo de la libélula
Un niño loco se ha colgado.
Mira la hierba fijamente,
Confiado alza los ojos:
La niebla ligera se lame como un gato
Que se despoja de sus sueños.
El niño sabe que el mundo empieza apenas:
Todo es transparente,
La luna está al centro de la tierra
La vegetación cubre el cielo
Y en los ojos del niño,
En sus ojos oscuros y hondos
Como las noches blancas
Nace la luz.


De: “Morir de no morir” (1924. Desnudez de la verdad y La costumbre) y “Capital del dolor” (1926. El más joven). En: “Paul Éluard. Obras escogidas. Tomo 1 (1913-1934)”. Selección, traducción y prólogo de Marcelo Ravoni. Editorial Platina, 1962.
Paul Éluard (Francia, 14 de diciembre de 1895 – 18 de noviembre de 1952), pseudónimo de Eugène Grindel.

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