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viernes, 22 de julio de 2016

Enrique Molina, Baldazo de fuego sobre un montón de basura


PANTERAS NEGRAS

Cuerpos más bellos todavía por la cólera y en lo profundo de su sangre
el latigazo de las plantaciones
es un espléndido palacio iluminado por antorchas del tabaco
y una brasa sobre la lengua
una nota desgarradora desde los éxtasis de la tortura
la estirpe real de las sentinas aúlla allá lejos los sexos emplumados los delirantes
fardos del sol sobre la espalda de los cargadores
y luego el sollozo
y luego el machete de Nat Turner como un ángel fanático
¡Oh mansión! También los invitados suelen danzar suspendidos de un nudo con un orgasmo más intenso
que el paraíso de la violación entre los muslos de una blanca
y a todo ese esplendor
a toda esa avidez que hace reverberar cada forma del mundo
nadie sino tales príncipes de flancos humeantes
penetrará jamás
                                                Los elegidos
de ayer y de siempre a la tertulia del ciclón

Y la descarga eléctrica que desliza en sus venas una bola de fuego hasta la eternidad
y las dos mariposas calcinadas que vuelan de los senos de su raza en un círculo mágico
y el gruto de una lluvia caliente entre las jaulas del exilio
hasta tales injurias
hasta la flor ciclónica del Lynch
desde los cafetales bañados por la luna un fantasmal Misisipí
un insondable sufrimiento
una conjuración de ojos insomnes
fluye en el tráfico acecha en las siniestras oficinas
pero también un desesperado viento trepa
hasta el sórdido cuarto donde canta el caimán
y también es posible que en la cama la hembra desnuda a la intemperie de su aliento brille en la sombra
su vagina violeta como el alba
sus nalgas iluminadas de neón están más allá de semejantes prostíbulos
y de esas certidumbres
de esos jardines concéntricos de la memoria
despierta el puro instinto de la cólera para que no se pierda nunca en nuestras almas
la presión de un gran sueño un furor inocente

Sobre el orgullo de los amos vuestra risa
hace orinar al juez y el pastor balbucea en un tugurio bendito
y entre los mostradores
entre las confituras psicodélicas
entre los diques y los cargamentos
entre la música envuelta por el humo donde hacéis chocar como cráneos
tres bolas de billar bajo las moscas de Harlem
hay una bala que os besa con gruesos labios de ciruela y aguarda vuestra seña Panteras Negras
una bala con el sudor de un sexo de reina nocturna enardecida por el hechizo de una trompeta
una bala que os obedece y hace sonar su crótalo para vosotros la larga cola de astros de la diosa serpiente de la manigua
de una bala que estalla
como un baldazo de fuego sobre un montón de basura


En revista “Macedonio”, año II, número 6/7, invierno de 1970. Directores: Juan Carlos Martini y Alberto Vanasco. Imagen: Nat Turner.

Enrique Molina (Buenos Aires, 1910 – 1997).

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