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domingo, 4 de septiembre de 2022

GRACIELA MATURO Entonces fue tu rostro, revólveres de rosas



Cuando lloras amigo 

Cuando lloras amigo 
No es solo por tu desamparo 
La soledad el hígado las deudas 
el desamor 
Las sombras 
el cansancio 
Es el mundo que llora por tus ojos 
Los siglos de orfandad sobre la tierra. 
Otros ciegos y solos han buscado palabras 
En diccionarios borrosos 
Signos en el temblor del agua. 
Los has visto temblar 
Desnudos, solos 
Vistiendo de papel su lisura de amebas 
Lloran en ti cordero desangrado 
Llanto amargo que viene desde el fondo del tiempo 
Agua de piedad 
Río antiguo de lágrimas


Es tarde para escribir 

Es tarde para escribir una biografía inventada 
Tarde para el lamento. 
En qué edad hemos sido condenados 
A descifrar una amapola 
A esperar las señales invisibles. 
Pregunto por los ángeles 
Pido por la palabra 
Que haga girar la llave de lo oscuro. 
El fuego hará arder los viejos templos 
Y llegará la barca de amor y poderío 
Pregunto por los ángeles que saben mi condena. 


Entonces fue tu rostro 

Entre los hombres grises me acordé de tu rostro. 
Fue un olor a violetas 
Una mata de pasto entre los expedientes. 

Azules de tan hondos me miraban tus ojos 
Devolviéndome el rumbo de la luz 
Entre animales de sombra. 

En el círculo turbio de las risas 
Me halle a solas 
Con mi medalla de sangre tatuada en medio del pecho. 

Un otoño sin hojas y un carillón goteando 
Sobre la calle oscura y sin caricias 
De una tarde cualquiera. 

Entonces fue tu rostro y unas ganas 
De inclinar la cabeza sobre un violín antiguo 
Y dormir entre brasas que vuelan y se apagan. 


La feria de abalorios 

Vengo de transitar los mostradores del día 
la feria de dientes 
El pájaro de vidrio. 
Alguien me ha dado un pago absurdo por existir 
Por maldecir el látigo 
Repitiendo las ceremonias de la vida. 

Vengo del país que no entiendo, 
La feria de abalorios. 
Vengo enfundada de flor en el ojal y buenos días 
De cobrar mi salario en la noria. 

Colocaré mi paga al otro lado de la piedra 
Donde dibujo el sol 
Muy cerca del armario donde guardo 
Las flores vivas, los relámpagos, 
La almohada de perfume para soñar despierta. 

Yo pertenezco a ese lugar donde el pan se reparte 
Donde el alba es de todos. 
vengo a buscar mi sombrero de plumas de oro 
Mi plomada de aire 
Mi sensatez hecha de vértigo y amor. 

Quiero cambiar mis rupias por dinero eficiente 
Divisas de eternidad 
Revólveres de rosas. 



En Antología poética / Fondo Nacional de las Artes, 2007 / De Los tiempos del despojo, 1969 / Selección y fotos: jmp / 
Graciela Maturo (Santa Fe, 15 de agosto de 1928) / Poeta, escritora y ensayista / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

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