SOY UN HOMBRE SOLO
Soy un hombre solo; un hombre de cualquier día,
de cualquier calle, de cualquier invierno;
un hombre que tiene su noche completa, y a veces un mayo
con perros y sombras en la mitad de la tarde.
Soy un hombre solo. Hay que verme aquí, solo,
entre puertas que se cierran al olvido
y midiendo a ojo la hondura del mundo
para ver si aún no ha crecido el hombre.
Soy un hombre solo, sí, y me destruyo
alba por alba de ángeles y recuerdos
mientras compro monedas de luz para mi sangre
y el amor se me acerca todos los días para nacerme.
Soy un hombre solo, sí, de adentro para afuera,
madurando mi espuma para ser de todos
con el único pedazo de horizonte que me dejen,
con el último fuego de mi carne.
Y ENTONCES
La idolatría nos pone pelos en los ojos,
nos entrecruza los brazos, nos llena de sombras las rodillas,
y cuando por último ya nos tiene al pie del árbol más viejo de la noche,
nos ordena
que le coloquemos sobre el corazón
la montaña más pesada de la tierra.
UN TECHO Y UN PERRO
Cuando se cae un techo, empujado por las brujas,
se mueren nada más
que los que están debajo del techo, cerca del techo,
y vienen los periodistas, llora algún chico, llora alguna mujer,
alguien comienza a vender los fierros, los cascotes,
alguien reza por los pobres muertos,
hasta que llega un perro todo sarnoso, todo perro,
no saluda a nadie, no reza, no vende fierros ni cascotes,
no se queja cuando le pegan patadas los vigilantes, y sólo dice,
qué mundo de mierda, éste,
y se va
con una lágrima
corriéndole por los bigotes.
En Viernes 25, Editorial Letras, México, 1989 / Fotos: jmp /
Dardo Sebastián Dorronzoro, poeta, escritor y herrero, nació en San Andrés de Giles (provincia de Buenos Aires) el 14 de julio de 1913 / Fue secuestrado en Luján el 25 de junio de 1976 / Desde entonces, está desaparecido / A casi 109 años del nacimiento de Dardo: Presente!
Los textos forman parte de estudio en ejercicios de taller.-
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