LA VIDA
La
vida de un pájaro en vuelo
la vida de un amanecer
la vida de un crío
de un bosque y de un río
la vida me ha hecho saber
La
vida del sordo y del ciego
la vida que no sabe hablar
la del triste loco
la que sabe a poco
la vida me ha hecho soñar
La
vida voraz que se enreda
la vida que sale a jugar
la vida consciente que queda
la vida que late en el mar
La
vida que brota de un muerto
la vida que no se murió
la de los desiertos
la de un libro abierto
la vida me ha hecho cual yo
La
vida que alumbra en el trueno
la vida final de un adiós
la vida goteando de un seno
la vida secreta de un dios
La
vida que pende de todo
la vida de cada emoción
la vida en exceso
la vida de un beso
la vida me ha hecho canción
ESCARAMUJO
¿Por
qué la tierra es mi casa?
¿Por qué la noche es oscura?
¿Por qué la luna es blancura
que engorda como adelgaza?
¿Por qué una estrella se enlaza
con otra, como un dibujo?
Y ¿por qué el escaramujo
es de la rosa y del mar?
Yo vivo de preguntar:
saber no puede ser lujo.
El agua hirviente en puchero
suelta un ánima que sube
a disolverse en la nube
que luego será aguacero.
Niño soy tan preguntero,
tan comilón del acervo,
que marchito si le pierdo
una contesta a mi pecho.
Si saber no es un derecho,
seguro será un izquierdo.
Yo vine para preguntar
flor y reflujo.
Soy de la rosa y de la mar,
como el escaramujo.
Soy aria, endecha, tonada,
soy Mahoma, soy Lao-Tsé,
soy Jesucristo y Yahvéh,
soy la serpiente emplumada,
soy la pupila asombrada
que descubre como apunta,
soy todo lo que se junta
para vivir y soñar:
soy el destino del mar,
soy un niño que pregunta.
EL PROBLEMA
El
problema no es
si te buscas o no más problemas
El problema no es ser capaz de
volver
a empezar
El problema no es
vivir demostrando
a uno que te exige
y anda mendigando
El problema no es
repetir el ayer
como fórmula para salvarse.
El problema no es jugar a darse.
El problema no es de ocasión.
El problema señor
sigue siendo sembrar amor.
El
problema no es
de quien vino y se fue o viceversa. El problema no es
de los niños que ostentan papás.
El problema no es
de quien saca cuenta y recuenta
y a su bolsillo
suma lo que resta.
El problema no es de la moda mundial
ni de que haya tan mala memoria.
El problema no queda en la gloria
ni en que falten tesón y sudor.
El problema señor
sigue siendo sembrar
amor.
El
problema no es
despeñarse en abismos de ensueño porque hoy no llegó
al futuro sangrado de ayer.
El problema no es
que el tiempo sentencie extravío
cuando hay juventudes
soñando desvíos.
El problema no es
darle un hacha al dolor
y hacer leña con todo y la palma.
El problema vital es el alma.
El problema es de resurrección.
El problema señor
será siempre
sembrar
amor.
CASIOPEA
Como
una gota fui de la marea
la playa me hizo grano de la arena.
Fui
punto en multitud por donde fui
nadie me detectó y así aprendí.
Cuando
creí colmada la tarea
volví mi corazón a Casiopea.
Cumplí
celosamente nuestro plan:
por un millón de años esperar.
Hoy
llevo el doble dando coordenadas
pero nadie contesta mi llamada.
¿Qué
puede haber pasado a mi señal?
¿Será que me he quedado sin hogar?
Hoy
sobrevivo apenas a mi suerte
lejano de mi estrella de mi gente.
El
trance me ha mostrado otra lección:
el mundo propio siempre es el mejor.
Me voy
debilitando lentamente.
Quizá ya no sea yo cuando me encuentren.
FLORES NOCTURNAS
Se
abren las flores nocturnas de quinta avenida
para
esos pobres señores que van al hotel
flores
que rompen en la oscuridad
flores
de guiños de complicidad
flores
silbando suicidios
flores
de aroma fatal.
Qué
jardinero ha sembrado la quinta avenida
con
variedad tan precisa de nocturnidad
cuál
es su especie y cuál su país
qué
fino abono nutrió su raíz
dándoles
tono silvestre
dónde
estará su matriz.
Flores
que cruzan las puertas prohibidas
flores
que saben lo que no sabré
flores
que ensartan su sueño de vida
en
guirnaldas sin fe
flores
de sábanas con ojos
flores
desechables
campanillas
del antojo
flores
comiendo sobras del amor.
Brotan,
rebotan, explotan por quinta avenida
son
arrancadas y parten con aire veloz
dicen
que es duro el oficio de flor
cuando
sus pétalos se ajan al sol
pálidas
flores nocturnas
flores
de la decepción.
Flores
que cruzan las puertas prohibidas
que
saben lo que no sabré
que
ensartan su sueño de vida
en
guirnaldas sin fe
flores
de sábanas con ojos
flores
desechables
campanillas
del antojo
flores
sin primavera ni estación
flores
comiendo sobras del amor.
CANCIÓN DE NAVIDAD
El fin
de año huele a compras,
enhorabuenas
y postales
con
votos de renovación; y yo que sé del otro mundo
que
pide vida en los portales,
me doy
a hacer una canción.
La
gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente
todo
parece
afín al celebrar.
Unos
festejan sus millones,
otros
la camisita limpia
y hay
quien no sabe qué es brindar.
Mi
canción no es del cielo,
las
estrellas, la luna,
porque
a ti te la entrego,
que no
tienes ninguna.
Mi
canción no es tan sólo
de
quien pueda escucharla,
porque
a veces el sordo
lleva
más para amarla.
Tener
no es signo de malvado
y no
tener tampoco es prueba
de que
acompañe la virtud;
pero
el que nace bien parado,
en
procurarse lo que anhela
no
tiene que invertir salud.
Por
eso canto a quien no escucha,
a
quien no dejan escucharme,
a
quien ya nunca me escuchó:
al que
su cotidiana lucha
me da
razones para amarle:
a
aquel que nadie le cantó.
Mi
canción no es del cielo,
las
estrellas, la luna,
porque
a ti te la entrego,
que no
tienes ninguna.
Mi
canción no es tan sólo
de
quien pueda escucharla,
porque
a veces el sordo
lleva
más para amarla.
ANDO COMO HORMIGUITA
Ando
como hormiguita por tu espalda,
ando por la quebrada dulce de la seda
vengo de las alturas de tus nalgas
hacia el oro que se derrama y se me enreda.
Tú te vuelves pidiendo el cielo
apuntando a la luz con flores
y como lazarillos son los sabores
en tu jardín de anhelos.
DEBO
Debo
escuchar otra vez la guitarra del barrio
y recorrer mi ciudad para reconocerla
debo volverme a encantar como supe de niño
y despertar como un dios que alargara la siesta.
Debo leer en el mar la lección de lo inmenso
y renombrar el color que la vida me enseña
debo saber respirar un oxígeno fresco
y regresar a ese sol que contigo me espera.
Debo aprender que mañana es un mundo habitable
lleno de instantes, promesas y besos y sueños
debo encontrar la semilla del hijo y del padre
debo bañarme otra vez en el claro deseo,
en el hondo deseo, deseo.
Debo ponerme a brillar con la luna entreabierta
y recostarme en la paz que humedece tu abrigo
debo saberle cantar a una noche tan nueva
como aquella que una vez estrenaras conmigo.
TOCANDO FONDO
Tocando
fondo nací un buen día,
tocando
fondo ando todavía.
Menos
hermoso que como fuera,
menos
odioso que de otra manera.
Me
declaro imperfecto,
pateo
la sombrilla.
Prefiero
ser abierto
a
pasearme pronunciando
que
soy la maravilla.
Me
publico completo,
me
detesto probable.
Si uno
no se desnuda
se
transfigura en reto
todo
lo desnudable.
Tocando
fondo, como cantando,
cavando
hondo, pero no esperando.
No
tocar duro nuestras verdades
levanta
muros, pudre capitales.
Quizá
sea inoportuno
o
acaso delirante.
Soy de
tantas maneras
como
gente pretenda
nomás
calificarme.
Asumirse
los fueros
es no
dictaminarse.
Me
publico completo,
me
espero mejorable
desde
mi parlamento
de
guitarra sonante.
Tocando
fondo nací un buen día.
Tocando
fondo ando todavía.
DESNUDA Y CON SOMBRILLA
Tú
sentada en una silla
yo, de
pie con expresión de lord
tú
desnuda y con sombrilla
yo
vestido pero con calor. Tú con uñas y con dientes
mirándome
de frente
con
brillo de matar.
Yo
retrocediendo un poco
llenándome de un loco
deseo de sangrar.
Tú besando tus rodillas
yo discreto pero sin rubor
tú creando maravillas
yo soñándome esquimal sin sol.
Tú con un ritmo tan lento
buscando un alimento
frotado con alcohol.
Yo de pronto ensimismado
mirándote alelado
colmada de licor.
Tú ardiente y sin capilla
yo quitándome el sombrero alón
tú dispuesta la vajilla
yo al filo de mi pantalón.
Yo a punto del delirio
extraigo un solo cirio
que poso ante tu flor.
Tú susurrando un misterio
de un no sé qué venéreo
me das un protector.
DEL SUEÑO A LA POESÍA
(A
Fabello, a Suyú y a Belkis)
Un
mundo de contrahechos
se esparce en la cartulina,
bordado con punta fina
como los pelos del pecho.
País en que los deshechos
son amados todavía,
es la comarca sombría
donde la luz se perdona,
porque allí van las personas
del sueño a la poesía.
En un sofá diminuto
posa minúscula gente.
Unos sonríen al lente,
otros cuentan los minutos.
Bichejos de rostro enjuto
se asoman a celosías
y carroñeras arpías
prestan garras al retablo,
mientras hace redonda el diablo
del sueño a la poesía.
Un pavorreal se pasea
por un desván en penumbras
y a su paso, que deslumbra,
la oscuridad se voltea. ¿Qué transformó pluma en tea
de apariciones umbrías?
¿Qué pasión, qué melodía
tocó el corazón humano
para conducir la mano
del sueño a la poesía?
En
Segunda Sección de Espectáculos del
diario Página/12, 26 de febrero de 1995. Todas las letras de Rodríguez,
1994.
Silvio
Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, Cuba, 29 de noviembre de
1946). Autor de canciones, poeta popular. Fotos: jmp
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