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lunes, 8 de marzo de 2021

GUILLERMO RODRÍGUEZ RIVERA Cuando se le acaban a uno las palabras



POÉTICA

 

Cuando se le acaban a uno las palabras,

en el momento preciso en que se hastía de Saint John Perse y J.R.J.

(poetas decididamente respetables)

cuando va mirando las cosas, viviendo entre las cosas

con un amor profundo

y una melancolía que debe calificarse asimismo de “profunda sin duda”,

en el instante en el que le pega a uno una extraña especie de patada

en el pecho y las cosas le lucen y está bien,

cuando está entre la gente y está solo,

si está solo y todo el mundo lo acompaña,

si se queda mirando un punto fijo,

hay que seguir.

A pesar de los que preferirían palabras más tranquilas,

quizás por ellos mismos,

por lo que vale todo para todos,

por los que lloran y no se les escucha,

por lo que hacemos juntos, mientras queden

tantos sufrimientos, tantas decepciones

hay que seguir.

Digo: estirar los cuellos, prender los dientes

y seguir

aunque los comemierdas digan lo que digan.

O para decirlo de una manera definitivamente más clara:

cagarse en la noticia.

 

 

 

 

En revista de la unión de escritores y artistas de Cuba, n° 4, año VI, diciembre de 1967. Jefe de redacción: Fayad Jamís

Guillermo Rodríguez Rivera (Santiago de Cuba, Cuba, 21 de agosto de 1943 – La Habana, 16 de mayo de 2017) / Fotos: jmp

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