En
Hebra incompleta
Libro
primero El poder de nombrar
ÚLTIMO FÉNIX
Aún más solo que el mago
ante la araña inmensa
cirio de piel y hueso
consumido en sí mismo
para ofrendarse en rezo
a los dioses sin templo
al corazón sin morada
y al espacio vacío
Husmeante cancerbero
del umbral de otras vidas
Volviendo desde sí
eternamente otro
pero aún más acá
que el mal o la inocencia
como una propia estrella
habitada por sus ojos
Es el poeta
Libro
segundo Dentellada
PLIEGO ORIGAMI
Y desde siempre
cuando el frío corroe los
tobillos
oigo una feroz carcajada
desparramando el rostro secreto
de las cosas
Ya muy lejos se ha ido
la tan curiosa autómata
condenada a su suerte
de papel de armar
Sin embargo
esto que ahora callo
no es más que el balbuceo de su
corazón
atravesado para siempre
en la trampa de mi boca
Libro
tercero La orquesta invisible
VAIVÉN
Tengo miedo
De caer del tiempo
Porque es el único
Dios que nos queda
Tengo miedo
De caer del tiempo
Porque es el único
Dios que nos queda
LA ORQUESTA INVISIBLE
Mi
madre
La
lluvia
Ha muerto
O
debería decir
Simplemente
Que cesó de llover
Mi
padre
El
bosque
Agoniza
O
mejor escribir
Que
ha llegado otro otoño
Mi
amor en la niebla
Se
viste de oro y llama
O
debería callar
Que
ha llegado la luz
La luz
Siempre
desnuda
En lo que engarza
En
Piedra en flor
I
CIRCUITO
Al fin
de cuentas
los novelistas
envidian a los cuentistas
Los
cuentistas a los poetas
Mas
los poetas
a nadie
VICEVERSO
En la
roja alameda pintada por Moreau
toda
sombra es un pez
emancipado de tus lágrimas
Olas
del mar ambiguo
que
ríe igual al llorar
y así
desde ese vértigo inaudito
al fin
te atrapa
II
ULTIMÁTUM
Locos
que se dicen poetas
fabricando libelos
super preocupados
por la foto de tapa
Van a presentaciones
para embriagarse un poco
coleccionando contactos
que después serán sobres
ametrallando postales
tan absurdas como ellos
Bestias
ansiando galardones
rumbo al mármol infame
de la improbable gloria
Gentusa
plagiando lo plagiado
para creerse creadores
En realidad
no debería hablar de ellos
el mal
por sobre todo
reclama nombradía
Incluso son legión
admirándose enfermos entre sí
con los otros dementes
que también decidieron
bautizarse poetas
Por algo proliferan
como lepra del verbo
Poetastros
con libros diplomados
de matar la poesía
Una deidad por siempre inextinguible
ajena y lejos de ellos
que se dicen poetas
fabricando libelos
super preocupados
por la foto de tapa
Van a presentaciones
para embriagarse un poco
coleccionando contactos
que después serán sobres
ametrallando postales
tan absurdas como ellos
Bestias
ansiando galardones
rumbo al mármol infame
de la improbable gloria
Gentusa
plagiando lo plagiado
para creerse creadores
En realidad
no debería hablar de ellos
el mal
por sobre todo
reclama nombradía
Incluso son legión
admirándose enfermos entre sí
con los otros dementes
que también decidieron
bautizarse poetas
Por algo proliferan
como lepra del verbo
Poetastros
con libros diplomados
de matar la poesía
Una deidad por siempre inextinguible
ajena y lejos de ellos
CASTIGO
El que
cortó ese árbol va a morir
quizás
un poco antes de que el sauce resurja
Quedaron
blindadas sus raíces
y
faltan pocos veranos
para
que vuelva a erguirse
triunfal
siempre en la esquina
Hasta
que esto ocurra
el
podador maléfico
también
reencarnará de nuevo
Tal
vez en piedras mudas
resbalosas
de aceite
alrededor
cuidando
que
las hormigas no vuelvan a trepar
devorando
sus ramas
III
NUNCA
Jamás
las hojas de otoño
ensucian el camino
Al
contrario
lo enjoyan
ya embriagado de barro
Todo
estará muerto
alguna vez
Menos
esta imagen
que
te
toca
ADIÓS
Una
flor
desde
siempre
reclamé una flor
A
diestras y siniestras
una flor
Y
nunca nada
Quizás
sólo
pedí
lo que muy dentro mío
tal vez sobre una piedra
estaba por brotar
“Yo jamás me senté a escribir ningún
poema. Cuando aparecen, ahí sí puedo usar cualquier soporte; o una piedra, o un
regazo, o una mesa de bar, o el subte a la hora pico. Mi cuerpo está ajeno,
pero al mismo tiempo, logra sentirse en el corazón de las palabras hasta ahora
nunca reveladas, al menos para ese yo que sería un mí
ajeno como dijera antes.
La poesía es siempre revelación nunca
antes dicha, sobre todo para quien la ejecuta. Una música ajena al
pentagrama y quizás también al propio lenguaje. Va más allá o acá o adentro o
abajo o arriba, que cualquier brújula previsible. Es pura perdición que al
mismo tiempo canta por haber encontrado su camino.” Fernando Noy (en EL
INFINITO VIAJAR Revista Virtual de Arte y Poesía)
Una
amiga del corazón me acercó estos dos libros. En Hebra incompleta (incluye tres libros: El poder de nombrar, Dentellada
y La orquesta invisible), Ediciones
del Paraíso, Buenos Aires, 2006. En Piedra
en flor, Ediciones del Paraíso, Buenos Aires, 2011.
Fernando
Noy (San Antonio Oeste, Provincia de Río Negro, 17 de noviembre de 1951). Foto:
Jmp
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