Páginas

lunes, 4 de diciembre de 2017

León Gieco, Qué bueno es olvidarse un poco de la gente que nos roba y que nos mata


EN EL PAÍS DE LA LIBERTAD

Búsquenme donde se esconde el sol,
donde exista una canción.

Búsquenme a orillas del mar,
besando la espuma y la sal.

Búsquenme, me encontrarán
en el país de la libertad,
de la libertad.

Búsquenme donde se detiene el viento,
donde haya paz o no exista el tiempo.

Donde el sol seca las lágrimas
de las nubes en la mañana.

Búsquenme, me encontrarán
en el país de la libertad,
de la libertad.


DÉJAME QUE TE SIENTA

Déjame que descanse en tus pensamientos libres.
Déjame que recorra las flores de tu tierra virgen.
Déjame que te sienta de algodón y de sol.

Déjame que abra tu piel cerrada de hierbas frescas.
Déjame que recorra tus pechos de frutas maduras.
Déjame que te sienta de algodón y de sol.

Déjame que sienta tu licor de flores blancas.
Déjame que recorra tu vientre de abejas mansas.
Déjame que te sienta de algodón y de sol. 


CADA DÍA SOMOS MÁS

Día tras día los tiempos cambian
y son nuevas las mañanas.
Cada hombre joven con sus fuerzas
ya quieren la tierra libre pisar.

Todos canten, todos griten, todos vivan
que estos son tiempos de pensar
que cada día somos más.
Que estos son tiempos de pensar
que cada día somos más.

Día tras día se abre la esperanza
de que tenga cada uno un lugar.
Mentes calladas ya despiertan
a latidos de sus almas.

Y estos son tiempos de pensar
que cada día somos más.


SEAMOS TODOS CABALLOS

Hombre crea tu paz y entonces habrá flor.
Hombre róbate la oscuridad y también las guerras.

Que amanecer tan largo estamos viviendo
sin pensamientos, y el hombre dejó de serlo,
y el hombre dejó de serlo.

Seamos todos caballos y entonces habrá paz.
Seamos todos caballos y habrá libertad.

Porque los caballos tienen amaneceres blancos.
Porque los caballos son carceleros del campo,
y el hombre de sus hermanos.

Seamos todos caballos y entonces habrá flor.
Seamos todos caballos y abra color verde.

Porque los caballos tienen amaneceres blancos.
Porque los caballos son carceleros del campo,
y el hombre de sus hermanos


HOMBRES DE HIERRO

Larga muchacho tu voz joven
como larga la luz del sol.
Que aunque tenga que estrellarse
contra un paredón.

Que aunque tenga que estrellarse
se dividirá en dos.

Suelta muchacho tus pensamientos
como anda suelto el viento.
Sos la esperanza y la voz que vendrá
a florecer en la nueva tierra.

Hombres de hierro que no escuchan la voz.
Hombres de hierro que no escuchan el grito.
Hombres de hierro que no escuchan el dolor.

Gente que avanza se puede matar
pero los pensamientos quedarán.

Puntas agudas ensucian el cielo
como la sangre en la tierra.
Dile a esos hombres que traten de usar
a cambio de las armas sus cabezas.

Hombres de hierro que no escuchan la voz.
Hombres de hierro que no escuchan el grito.
Hombres de hierro que no escuchan el llanto.

Gente que avanza se puede matar
pero los pensamientos quedarán.


MARÍA DEL CAMPO

María nació en el campo, junto con la libertad.
Tiene la piel del viento, tiene los pies de hierba
y los ojos del cielo.

Tiene las manos duras como la tierra del corral.
Tiene las manos duras como la tierra del corral,
como la tierra del corral, como la tierra del corral.

No se necesita, no se necesita, dice María,
tener las manos blandas para ser mujer.
Tener las manos blandas para ser mujer.

Trae la miel del campo a la ciudad.
Trae la miel del campo a la ciudad
porque aquí no hay flor, porque aquí no hay flor.

Tiene las manos duras como la tierra del corral.
Tiene las manos duras como la tierra del corral,
como la tierra del corral, como la tierra del corral.
No se necesita, no se necesita, dice María.


TODOS LOS CABALLOS BLANCOS

Voy andando y siento el sol
de la tarde en mis espaldas

y en mi frente siento el sol
de la mañana.

Todos los caballos blancos
todos los caballos blancos
y el campo y el campo y el campo.

Voy bajando por caminos
que cruzan las tierras mansas.

Qué bueno es olvidarse un poco
de la gente que nos roba y que nos mata.

Todos los caballos blancos
todos los caballos blancos
y el campo y el campo y el campo.


CAMPESINOS DEL NORTE

La tierra está dormida
y el sol ya la despierta
y trae despacio el día.
Sube el carro lento tirado por bueyes mansos.

Caminos de piedra santas color blancas
flores color lila al pasar.
Sobre el carro viejo campesinos van a trabajar.

Saben que a las doce una campana sonará
y tristes vendrán donde hay poco pan
y con vino del valle se pondrán alegres a cantar.

Quema el sol muy fuerte su piel y sus fuerzas
pero pronto la noche llegará.
Y juntos vendrán lento caminar a su hogar.

Suena la campana y apuran su marcha
y tristes vendrán donde hay poco pan
y con vino del valle se pondrán alegres a cantar.


SOLES GRISES Y MARES ROJOS

La tierra es tierra
y es de algunos ¿por qué?
Igual que la vida.

El pan es pan
y es de algunos ¿por qué?
Igual que una herida.

Soles grises nos dan la luz.
Mares rojos nos dan lluvia, nos dan lluvia

En la tierra ya crecen flores sin colores.
En la tierra ya crecen flores sin colores.

Quién se está robando de la tierra
el color del sol de la tarde.
Quién se está pintando las piedras de su mente
con el color de Dios.

Soles grises nos dan la luz.
Mares rojos nos dan lluvia, nos dan lluvia.

En la tierra ya crecen flores sin colores.
En la tierra ya crecen flores sin colores.


LA COLINA SOBRE EL TERCIOPELO

Aunque venga el invierno y se robe las hojas y la flor
siempre habrá un lugar donde descansar y eso será
en la colina de sol, sobre el terciopelo marrón
te llevaré.

Aunque siga la ciudad con sus gritos y sus quejas
siempre habrá un lugar donde descansar y eso será
en la colina de sol, sobre el terciopelo marrón
te llevaré.

Aunque vendan flores de papel sin perfumes ni color
siempre habrá un lugar donde descansar y eso será
en la colina de sol, sobre el terciopelo marrón
te llevaré.


En León Gieco, primer elepé, 1973. Grabado durante 1972-1973 en el estudio de José Netto Producciones. León Gieco: letra y música de todos los temas, guitarra acústica, armónica y voz. Dirección musical y arreglos, guitarras, charango y voz: Gustavo Santaolalla. Ara Tokatlian: flauta y órgano. Guillermo Bordarampé: bajo. Horacio Gianello: batería y bombos legueros. Vicente Busso: batería. Miguel y Eugenio (Pérez): voces. Luis Cesio y Ruben Melogno (grupo uruguayo Psiglo): voces.
León Gieco (Raúl Alberto Antonio Gieco) nació el 20 de noviembre de 1951 en una chacra cercana a Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe. Músico y poeta popular. Fotos: Jmp. Detalle de póster revista Pelo, circa 1973.








No hay comentarios:

Publicar un comentario