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martes, 27 de septiembre de 2016

Guillermo Saccomanno, El grito en el bosque


ARTE POÉTICA

Toda metáfora es ilusoria. Todo texto, pura precariedad contra el olvido, cuerpos más dóciles.


CONFESIONES

Y seguir contra la página en blanco
donde el poema es lo de más
como si la vida fuera lo de menos.


ANTONIN ARTAUD

La belleza fulgura un instante.
La razón está destrozada.
Y está bien que así sea: ese es su modo, su vieja maña de iluminar los lobos, la oscuridad.
Velo que rasga el grito en el bosque de los huérfanos del delirio.


ARTE POÉTICA

Afilar el poema, sus constancias
insuficientes, no basta.
En todo caso, la conciencia
purgará sus remordimientos
y palabras
si valieran
por acciones
                    que tampoco.


WILLIAM BLAKE

Aceptas los sacramentos
de la perversidad, su pureza.
En tus ojos brilla la inteligencia
del mal. Has entendido que toda pasión es una
y la misma, relaciones sin entrada.
Mientras tanto, palabras en suma, mariposas
nocturnas, trampas para ninguna presa.
Persigues al inalcanzable tigre
cebado en los dibujos de tu sangre,
huyendo en la noche, bautizado amor
como si no fuera serpiente.


VINCENT

No son estas dos sillas. No es una ventana entreabierta. No es una cama. Ni el cuadro sobre la pared sobre la cama, tampoco. Ni es el piso ni es la puerta. Ni son las cosas sobre la mesa. Ni esa toalla (¿toalla?) o ese repasador (¿repasador?), ese trapo (¿trapo?) junto a la puerta.
No es eso, Vincent. Es el infierno.
No el color.
No.
Es uno.


Breve selección de textos, del primer y único libro de poemas publicado por GS. En: “Partida de caza”, Editorial Rodolfo Alonso, 1979.
Guillermo Saccomanno (Barrio de Mataderos, Buenos Aires, 1948). Imagen: Vincent Van Gogh, “El dormitorio de Arlés”, primera versión, 1888. 

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