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viernes, 28 de agosto de 2015

Arseni Alexandrovich Tarkovski, Allí, al margen del mundo


DÍA DE INVIERNO

Lo he soñado y ahora sueño,
y lo soñaré también alguna vez,
todo volverá a ser y llegará a encarnarse
para que usted sueñe lo que yo soñé.

Allí, al margen del mundo, a nuestro costado
la ola sigue a otra ola para batir la orilla,
sobre su cresta están el pájaro, el hombre, la estrella,
y la realidad, sueños, la muerte, oleada tras oleada.

He sido, estoy y estaré, no necesito fechas ni guarismos.
La vida es milagro de los milagros, y en su regazo
como a un huérfano, me coloco a mi mismo.

Sólo entre los espejos, en su cerco, como chispazos
se reflejan mares, ciudades y brillan entre los efluvios.
Y la madre llorando pone al niño en su regazo.


En revista de poesía de las cuatro estaciones “El espiniyo”, número 2, invierno de2005. Director: José María Pallaoro. Poema escrito en 1980. Versión especial para El espiniyo de Irina Bogdaschevski (Belgrado, 1927).
Arseni Alexandrovich Tarkovski (Rusia, 25 de junio de 1907 – 27 de mayo de 1989).

lunes, 24 de agosto de 2015

Miguel Grinberg, No cantamos para quienes ofenden la alegría


3

Poesía Patrona del mundo Ballena temible
Quemada crucificada en los retretes
Inmolada como el culo de una virgen
De Hamburgo a la Ciudad de Panamá
De lunes a domingo
Colgada de un gancho en las exposiciones
Antiséptica Con buen nombre y honor
Oh Dueña del amor Distribuidora de soles
Amante en piel y huesos
Tabernera del Rhin
Encubridora de asesinos
Novia nuestra Comandante del aire
Desnutrida por la piedad
Fumadora de opio Instigadora de suicidios
Flor podrida pescado en río revuelto
Colegiala indecisa Fruta ajena
Animal respetado por los siglos
Bestia amable
Echada y rehabilitada del Jardín del Paraíso
Exhibida en reclamos publicitarios
Poesía Patrona del Amor y el Universo
Gallo insolente
Pedrada en la cabeza de la solemnidad

No cantamos para quienes ofenden la alegría

Decimos tu nombre para la conspiración de los vivos

Poesía amiga de las manos queridas
Depositaria de nuestro júbilo
Lavada
Clavada
Como una bandera en la barriga de Dios



En revista interamericana “Eco Contemporáneo”, número 6/7, Buenos Aires, 1963.
Miguel Grinberg (Buenos Aires, 18 de agosto de 1937). Poeta.
Foto: MG en http://miguelgrinberg.blogspot.com.ar.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Leopoldo Castilla, El silencio se llevó la luna


DESCONCIERTO

A Cristina Domenech y Juan Goldaracena

La luna trajo el silencio
y después trajo la luna.

Un plano se fugaba
del fractal del mundo.

De golpe, las aves
trinaban como gatos
aullaban como perros.

Fue en Roses.
Una extraña naturaleza
nos enjauló con los pájaros.

Nos escondimos en nuestro animal.
Toda la noche.

Averiguaba
su lengua el caos
sin dar con su criatura.

El amanecer lo dejó mudo.

Como una loca
huía por las calles
desnuda y sin persona
                               la biología.

Al final el silencio se llevó la luna.



En: “Tiempos de Europa”, El Suri Porfiado, 2014.
Foto: José María Pallaoro. “Luna llena en City Bell”, 31 de julio de 2015.
Leopoldo “Teuco” Castilla (Salta, 1947).

martes, 11 de agosto de 2015

Leopoldo Castilla, Yo soy todavía ese hombre


LA MANO

Yo soy todavía ese hombre
que, con su alguien
          como lámpara,
imprime su mano en la roca
y mueve los campos,
adormece los lagos,
propaga la estricta cordillera.

Ese anillo de la luna
será Constantinopla,
Roma
la piedra peregrina,
Iberia la resolana
y el quebranto de la luz
                              Grecia.

Es un largo día inmóvil
              antes de ser pensamiento.

De ese instante
nacerán dioses.
            Y un aire de guerra.

Una sola mano el primer espejo. 

Algo se pierde para siempre en ese gesto de la razón.

La cueva exhala una luz dorada.


                           Europa
                                     comienza.



En: “Tiempos de Europa”, El Suri Porfiado, 2014.
Foto: José María Pallaoro. San Lorenzo, Santa Fe, 9 de octubre de 2010. 
Leopoldo “Teuco” Castilla (Salta, 1947).

lunes, 10 de agosto de 2015

Leopoldo Castilla, Lo sagrado


LO SAGRADO

A Jorge Paolantonio

Los pulpitos furiosos de Bruselas,
el atragantado infierno de Notre Dame,
el escuerzo, el lagarto, el amputado
sosteniendo el románico,
las envenenadas columnas del baldaquino de San Pedro de Roma,
las gallinas vivas
en la iglesia de San Antonio de la Calzada;
los fieles, como glóbulos blancos,
en la Basílica de Varsovia
o balbuceando,
                      en los extremos de la insania,
en los templos de Moscú
   y en los de la India
         la cobra

saben
que el éxtasis
de lo que está por ser  creado
deforma el mundo

propaga
      una pavorosa metamorfosis

cuando esa inminencia ve la luz
                                          y se detiene
                                                      se alza lo sagrado



En: “Tiempos de Europa”, El Suri Porfiado, 2014.
Foto: José María Pallaoro. San Lorenzo, Santa Fe, 9 de octubre de 2010.  
Leopoldo “Teuco” Castilla (Salta, 1947).

jueves, 6 de agosto de 2015

Juana Bignozzi, Los pájaros que una vez se prometió


MI SANGRE

nueva de una muerte total
galopa despacio este horizonte blanco
sin ojos
sin testigo.

Se toca sus hondas paredes de agonía.

Los pájaros que una vez se prometió
duermen sus cabezas muertas en mi sangre.

Se busca de nuevo las raíces y la sal.



De: “Tierra de nadie”, 1962. En: “El `60 poesía blindada. Antología”, selección de Rubén Chihade; prólogo de Ramón Plaza, Los libros de GenteSur, 1990.
Juana Bignozzi (Buenos Aires, 1937 – 5 de agosto de 2015).

miércoles, 5 de agosto de 2015

Saša Pavček, Lo esperé toda la vida


¿POR QUÉ LA MUJER SOBREVIVE?

Lo esperé toda la vida.

Esperé aún al borde de la vida,
para juntos cruzar el hilo,
inmersos, acabados
el uno en el otro,
unidos en el beso
de despedida,
repetido.

Esperé, esperé,
como estamos acostumbradas a esperarlo todo.

Esperé, esperé…

Esperé tanto que hasta la muerte se estremeció…
“¡Inconsciente mujer!”

Giró sobre sus tacones altos,
enfadada emprendió otro rumbo.


En: “Vísteme con un beso” (Obleci me v poljub). Traducción: Ana Cecilia Prenz Kopušar. Libros de la talita dorada, 2012.
Saša Pavček, escritora y actriz eslovena.
Foto: José María Pallaoro. Saša Pavček cocinando en casa de sus padres, Eslovenia, 2013.

martes, 4 de agosto de 2015

Saša Pavček, No tengo una hija



NO TENGO UNA HIJA

No tengo una hija que sea un don,
lo heredé de las mujeres de mi ascendencia,
no tengo una hija que entienda,
sin que nadie le diga nada,

no tengo una hija que sienta,
cuando estoy totalmente desolada,
no tengo una hija que ciegamente crea,
que la mujer transmite todo,

que todo saldrá bien,
que nunca puede ser peor,
no tengo una hija que soporte,

que conmigo sienta y sienta,
no tengo una hija para competir con ella,
cuál te gusta más,

no tengo una hija que herede
mi femineidad, sin preguntar,
si la femineidad hace feliz…


En: “Vísteme con un beso” (Obleci me v poljub). Traducción: Ana Cecilia Prenz Kopušar.
Saša Pavček (Liubliana, 1960), escritora y actriz eslovena.
Imagen: Saša Pavček en City Bell , 2012 (con Ana Cecilia Prenz Kopušar y José María Pallaoro).

lunes, 3 de agosto de 2015

Leopoldo Castilla, Por el peso de una paloma


VENECIA

A Ana Guillot y Juan Fanti

Podría hundirse
por el peso de una paloma.
Igual que a la música
la sostiene su extinción.

Los vidrieros
—los naturales de esa transparencia—
soplan el fuego y, como los dioses,
de su aliento nacen frágiles criaturas
que se salvan en el aire
donde flotan las estatuas
y aterran el mármol
                            los caballos.

Es el final
lo que vuelve
visionario el espacio.

Sólo hay una puerta verdadera
en ese teatro de espejos, conjuras y palacios.
Si la abres,
de pie, como un hombre
te mirará de frente
el océano.

Y no hay más.

La ha trazado
                   un destello invisible.

Que su luz no te vea,
                   sólo puedes cruzarla enmascarado.


En: “Tiempos de Europa”, El Suri Porfiado, 2014.
Foto: Venecia, mayo 2013.
Leopoldo “Teuco” Castilla (Salta, 1947).

sábado, 1 de agosto de 2015

Enrique Gracia Trinidad, A sus orillas


PISCINA

Ya sé que una piscina
jamás tendrá los versos de la arena del mar,
ni del sauce de un río
ni del lago y sus aguas que se duermen.

Pero la luna llena
ha bajado esta noche a refrescarse,
y mi piscina ha sido
el mar de las Antillas,
el Duero de los lánguidos amantes,
el lecho de la espada Escalibur.

Estaba tan hermosa que mis ojos
alzaron en la sombra
un canto humilde a sus orillas.


En: revista de poesía de las cuatro estaciones “El espiniyo”, número 01, otoño de 2005. Director: José María Pallaoro.
Enrique Gracia Trinidad (Madrid, España, 1950).
Imagen: Tapa El espiniyo 01.