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martes, 2 de septiembre de 2014

Graciela Maturo, poemas


LAS PALABRAS

La palabra es la conjunción entre el hombre y el cielo.
Emmanuel Swedenborg

Unas palabras ciñen la luz del aire, el polvo,
las formas que recibe mi costumbre.
Unas palabras cercan el misterio.
Quiero apretar la arcilla entre mis dedos,
poseer la madera, la sal, el vidrio, el fuego,
pero sólo palabras esconden el silencio.
Y me acosa el pavor de violar su corteza
y hallar el ancho cauce sin nombre para siempre.



RETRATOS
fragmentos

I

Ella dibuja filigranas sobre un tapiz de seda. El la juega en su cuarto de soltera con volutas de humo. Se ama demasiado para querer salir al otro lado de la puerta, del muro bien pulido, de la alfombra mullida. Alguna vez salió; sintió el horror de un mundo vulgar y desprovisto de todo orden estético. Volvió a refugiarse entre las pulcras bibliotecas y los cromos delicadamente muertos.
Ella mueve por última vez un ala seca.


III

Baja las escaleras con su viejo sombrero de flores negras. Lleva unos bolsos, se afana, los envoltorios escapan de sus manos. Jadea, los recoge una y otra vez. No levanta la vista, empuja con los hombros, avanza oblicuamente. Un niño se asusta al reconocer la pinza de un cangrejo que viene escalera abajo.



MIRO Y ME EMBRIAGO

Mis sentidos descubrían el infinito en cada cosa.
William Blake

Miro y me embriago
piedra viruta polvo guijarro maravilla
cada grano de tierra un sol pequeño
que gira en una dirección desconocida.



TUMBAS

El tiempo se detuvo entre las piedras
que custodian el sueño de los muertos
hiedras tenaces, obstinadas
entrecruzan sus ramos verdes como el amor.
Entre terrones que se desmoronan
entre los cuerpos que se desmoronan
siguen su lento recorrido
las hormigas.



JOAN BÁEZ CANTA

El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada
Fray Luis de León

Joan Báez canta, canta.
Su voz es una lanza de amor que horada el aire
y abre un estuario de de oro con lirios y amarantos.
Allí mi amor se pierde
se pierde en el amor.

Joan Báez canta la balada
del amante que aún no ha regresado
del perdido en la noche
de la dulce, pálida enamorada
que espera entre lo algodonales de Virginia.

Canta Joan Báez los cantos de los pueblos
su hermandad de naufragio.
Canta un canto de piel oscura y suave
canta un canto de miel
y llora un canto
que habla de que un hombre va a morir
y es un sollozo
de amor, una gota de fuego que vibra y resplandece.

Las lágrimas son zarzas de dolor, pero ahora
son perlas satinadas que ruedan
por lo oscuro del alma.
Joan Báez canta, canta.



En: “Antología poética”, FNA, 2008.-
Graciela Maturo (Santa Fe, 1928).-
Foto: Universidad Nacional de Cuyo. EDIUNC DIGITAL.

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