ROSA
PIÑEIRO
El
agua entró en La Plata, nadie
la
esperaba y vino igual, se llevó
todo:
autos, muebles, perros, también
mi
vida. (No supe
salir.
La última vez, en el río, el agua
no
fue así, apenas me mojaba
los
pies, pero esta vez
me
abrazó fuerte,
tan
fuerte). Llegó de pronto
a
la ciudad, no avisó nunca
y
nos llevó, ahora soñamos
con
volver, con ver de nuevo
las
calles arboladas, con caminar
al
lado de la gente
que
quisimos y nos quiso. Donde estamos
sólo
se puede soñar, pero ustedes, los que tienen
tibias
las manos, conviértanse
por
nosotros en agua incontenible
y
llévense lejos
la
tristeza. Usen los brazos
para
hacer
lo
que los muertos no podemos: un mundo
donde
el amor
ya
no termine así.
En:
“La Plata Spoon River. Antología sobre la inundación.”,
Libros
de la talita dorada, colección Los detectives salvajes, 2014.
Sebastián
Riestra (Rosario, 1963).
Imagen:
tapa antología.
Hermoso, tierno y lúgubre, doloroso, transparente. Muy bueno. Marce Scalona
ResponderEliminarHermoso, lúgubre y tierno, transparente, plegaria subacuática. L a visión del ahogado. Marce Scalona
ResponderEliminar