XVII
Heráclito acentúa la exaltadora alianza de los contrarios.
Ve ante todo en ellos la condición perfecta y el motor indispensable para
producir la armonía. En poesía ha ocurrido que en el momento de la fusión de
estos contrarios surgiera un impacto sin origen definido cuya acción
disolvente y solitaria provocó el deslizamiento de los abismos que conduce al
poema de manera tan antifísica. Corresponde al poeta abreviar ese pájaro
haciendo intervenir ya sea un elemento tradicional de probado valor, ya sea el
fuego de una demiurgia tan milagrosa que anule el trayecto de causa a efecto.
El poeta puede entonces ver los contrarios —esos espejismos puntuales y
tumultuosos—, llegar a su fin, personificarse
su descendencia inmanente, siendo poesía y verdad, como sabemos, sinónimas.
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René Char (Francia, 1907-1988).
De: “Seuls demeurent” (1945). Partición Formal. En:
“Antología”.
Selección y versiones de Raúl Gustavo Aguirre.
Ediciones Del Mediodía,
Buenos Aires, 1968.
Foto: RCh, s/d.
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