A esta hora, exactamente,
la partida se está desarrollando.
Cada paso es un acto memorable e incomprensible.
Cada pieza finge un exacto antagonista
y un oculto secreto nos ha involucrado.
Renunciar al día de hoy o vivirlo
es contribuir a su ley inescrutable.
En vano la razón recorrerá los siglos
y las mitologías.
Esta partida simula no ser real:
sólo la intuyen los humildes.
I
El sol cae.
Un horizonte de apuntalada agua
le presta su borde Iscariote
y entran en agonía vertical
todas la cosas.
Busco mi sombra inútilmente
y entiendo que me estoy precipitando.
II
Todo acude a su partida.
Va quedando del mundo
un lugar impreciso y turbio
en el que las nubes se entrecejan
en morado desconcierto.
Allí salta mi cuerpo.
Allí mi agonizante mirada
ensaya un último pájaro
y también cae.
III
La obscuridad es de absoluta desnudez.
Yo no tengo anverso ni reverso
pero una brisa tenaz
recupera mi cuerpo soplo a soplo
y me devuelve el cenagoso curso
de las horas.
No me he salvado
y ya no sé si me alejo
o me aproximo.
Señor, ¡cuánto he de equivocarme
para merecer la luz de la mañana!
Han golpeado la puerta.
Un ángel me está interpelando.
La charla es amable pero rehúso el diálogo:
su palabra provoca desapariciones
y no estoy preparado para la desposesión.
La ausencia de las cosas me obliga a un soliloquio
(entiendo su arte).
Mi verbo no restituye, sólo deforma.
La casa entera es un esqueleto infame.
Su última palabra me arrebata el cuerpo.
Soy sólo un pensamiento sin posibilidad de acción.
La visión dura un instante.
Mi mujer toca mi hombro y hace una seña:
han golpeado la puerta.
La mentira a uno mismo
tiene muchos precipicios.
El peor de todos
es esa amable ladera
que nuestros zapatos
perciben como un llano.
El perfume de una rosa
puede ser el bálsamo preciso
pero de manos de un verdugo
ocasiona la muerte.
Edición completa de: “La Partida”, U.N.C.P.B.A., 1997.
Luis Maggiori nació en 1964 en Tandil y, actualmente, reside en la ciudad de La Plata. Es Profesor en Letras. Publicó en poesía: “La Partida”, 1997; y “El amor navegante”, novela, 2005; “El sofista”, novela breve, 2007. Su último libro es: “Los frutos del Árbol Real. Diez ensayos sobre Kabaláh y Literatura”, 2011.
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