Gigante sin ojos,
tu vulva ,
delgada gema,
llaga que al secarse
besa los pétalos.
Psicosis de sabia,
en las ramas esperan
moverse con tus párpados.
Soleado el borde,
desde donde ansías regresar.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con sobras de fantasmas.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con hilos de diamantes.
Inútil castigo, sin fuego.
Tu vientre me olvida.
No tengo paz.
Insomne,
el perro en la casa,
las ganas de partir.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con sobras de fantasmas.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con hilos de diamantes.
Pantalla dorada.
Pesebre. Tus hombros,
se encogen
y así se olvida el mundo.
Piazzola,
la tarde,
el aire.
Las ganas de partir.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con sobras de fantasmas.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con hilos de diamantes.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con sobras de fantasmas.
Ven a volar.
Ven a volar.
Ven a volar en mi ave seca,
hecha con hilos de diamantes.
Ven a volar.
Ven a volar.
En “Los ojos”, editado el 12 de diciembre de 1999. Con Los Socios del Desierto: Daniel Wirzt: batería; Marcelo Torres: bajo. Y músicos invitados.
Luis Alberto Spinetta (Buenos Aires, 1950).
Spinetta es la belleza de los días.
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