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miércoles, 7 de febrero de 2024

JORGE CURINAO Un puñado de viento en la memoria

City Bell, un día de calor, 07 02 2024 /



PUERTAS ADENTRO 

Con sus muertos 
acomodándole la sonrisa 
se sienta a la mesa 
sólo para comprobar 
que la soledad 
es un puñado de viento en la memoria. 


CRUZ DEL SUR 

Entro en mi cama
como quien espera 
ser rescatado de este mundo. 


ÁNGELES PERDIDOS

Esta mano 
que lleva tu mano 
nunca termina de borrarme. 


MANIFIESTO 

Lo realmente difícil de la poesía 
es escribir sobre la felicidad
lo intenté 
pero no pude
no sé
debo ser algo masoquista
porque siempre cuando escribo la palabra felicidad
la tacho y la vuelvo a escribir.

Imagino que la felicidad es también eso:
borrar y volver a escribir.


LEYENDO A ANAHÍ LAZZARONI

Mis amigos poetas
también me escriben cartas
me preguntan por el viento
les digo
que sigue aquí,
galopando en los cerros nevados
del corazón.

De Restos de ciudad (Fondo Editorial Santacruceño, 2023) / 


/


     Quien mira el cielo sabe que los límites son de agua. 


     Abrir un libro y leer, en la primera página, que todos los pájaros se han ido.


     De noche, el viento se detiene. Un perro que ladra inventa el desierto.


     El viento abre una herida en la noche. Ahí los pájaros hacen sus nidos. 


     Como una hoja caída, de esas que nadie pisa por temor a lastimarse. 


     Se trata de la misma soledad: las hojas golpeando en la pared, la caída de la nieve sobre lo que se creía perdido.


     No sé si alma o cuerpo, pero algo duele. Los gorriones, que juegan en el techo de mi casa, saben que la muerte viene y desordena todo.


     Casi no he conocido a mi padre, pero siempre lo he extrañado. 
Su ausencia es un niño sin alas: dibuja un pájaro.

De Gorriones de la noche (Editorial Remitente Patagonia, 2020) / 


/

     Desnudo te enseño mis poemas. Uno a uno mis silencios. Tiene rostro mi dolor. Existe. No quisiera hablar pero lo hago. No sé del sol. El mar es sombra encendida. Mi habitación, una cajita musical. Un fuego.


     Las veredas ocultan mis pasos. Deambulo con el cansancio del mundo, el cansancio de las luces apagadas. De aquí brotaron ruidos jamás oídos. Aquí mis muertos, pajaritos de la noche, empezaron a soñar con el mar. Y pude volver al poema. 


     Mi vida, mi única vida sabe que no pedí nacer pero acá estoy, en el lugar preciso: no poder salir porque no hay afuera. Y adentro es sólo el viento. Y el viento es herida que viene del mar. 

De Plegarias del humo (Editorial Remitente Patagonia, 2019)


/

     He sido mi gran abismo, una sombra desaparecida entre luces lejanas, un pequeño ausente en el corazón de los días. 
La creencia va más allá de la propia creencia: ser pájaro y no saberlo. 

De Otros animales (2014) / 


El poeta santacruceño Jorge Curinao (Río Gallegos, 3 de mayo de 1979)  me envió por correo tradicional cuatro de sus libros. Los recibí el 25 de enero y ahora puedo hacer acuse de recibo. (Gracias Jorge). 
Jorge Curinao (Río Gallegos, Santa Cruz, 3 de mayo de 1979) / Selección y fotos: jmp / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.-

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