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domingo, 26 de febrero de 2023

MAROSA DI GIORGIO Sé que me estás esperando



     Sea donde sea, sé que me estás esperando, allá en lo hondo de la casa de las quintas, con sus cordeles de sol y luna, su pobre y extraña maravilla. 

***

     Llueve. 
     En las tinas se están elaborando sapos y más plantas. 
     Oímos el borboteo. 
     Te miro y miro la sucesión de los milagros. 
     Aunque ya es noche cerrada, todo se sigue viendo. 
     Estás en el sillón, blanca como el pan y como el nardo. 

***

     Si estuvieras aquí. Pero, si estás, digo, si... Iríamos por las veredas a comprar algo. ¿Agua colonia?, ¿un jabón en rosa suave, rodeado por unas puntillas? 
     No sé. O algo para comer. “Algo chiquito”, tal pediste un día. ¿Qué era?, ¿un bombón, un huevo de codorniz? lo que querías para comer. 
     Imagino un óvalo y lo izo en el muro. Estás en el óvalo. Como antaño, antes de que yo naciera. Vestido negro, y casi actuando. 
     El sombrero. 
     Un ramo florido. 
     Y ahí, en el ramo, oculto, pero a la vista, hay un amoroso huevo de codorniz. 

***

     Pongo a tus pies turquesas, turmalinas, rubíes, y platinos y diamantes, y todos los metales raros del planeta, unos que tienen nombres de flor. Otros que tienen nombres de hadas. 
     Y la mariposa aquella del sacrificio, (pero cómo pudo ser?), que, sin embargo se queda con nosotras! 
     Y nos mira con sus antenas largas como hilos. 
     Y aquella ropa de nieve azul. 

***

     Unas plantas dan rosas, otras lises, y hay otras de nuevo estilo y sólo dan a luz alondras. Tu jardín todo bordado a mano. ¡Y aquel tulipán color naranja! ¡Nunca vi nada igual! ¿Cómo lo hiciste? Fue un primo príncipe. Sólo por una semana. Lo rescato desde lo hondo de los años. 
     Te veo en el atardecer. Entre tus dedos, tu puñal es una hoguera; las cejas, cuidadas, negras, una un poco rebelde, pero, no se notaba, ama jardinista. 
     Bajo el sol que cae, yo soy tu penitente, y repto de rodillas, tramo a tramo, tramo a tramo, marchando humilde y empecinada, al sitio donde plantaste las últimas violetas. 



En Los papeles salvajes II, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, Argentina, 2000 / De Diamelas a Clementina Médici, 2000 / 
Marosa di Giorgio (Salto, Uruguay, 17 de junio 1932 - Montevideo, 17 de agosto 2004) / Selección y fotos: jmp /  
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

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