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sábado, 27 de marzo de 2021
MARIO PORRO y Tropos: Un giro dentro de la celebración por José María Pallaoro
viernes, 26 de marzo de 2021
SILVIO RODRÍGUEZ Compañeros poetas, que escriban la historia
PLAYA GIRÓN
Compañeros
poetas,
tomando
en cuenta los últimos sucesos
en
la poesía, quisiera preguntar
-me
urge-,
¿qué
tipo de adjetivos se deben usar
para
hacer el poema de un barco
sin
que se haga sentimental, fuera de la vanguardia
o
evidente panfleto
¿si
debo usar palabras como
flota
cubana de pesca y
“Playa
Girón”?
Compañeros
de música,
tomando
en cuenta esas politonales
y
audaces canciones, quisiera preguntar
-me
urge-,
¿qué
tipo de armonía se debe usar
para
hacer la canción de este barco
con
hombres de poca niñez, hombres y solamente
hombres
sobre cubierta,
hombres
negros y rojos y azules
los
hombres que pueblan el “Playa Girón”?
Compañeros
de historia,
tomando
en cuenta lo implacable
que
debe ser la verdad, quisiera preguntar
-me
urge tanto-,
¿qué
debiera decir, qué fronteras debo respetar
si
alguien roba comida
y
después da la vida, qué hacer?
¿Hasta
dónde debemos practicar las verdades?
¿Hasta
donde sabemos?
Que
escriban, pues, la historia, su historia
los
hombres del “Playa Girón”.
“Fue
la primera vez que jugué a hacer una canción panfletaria para desarticular esa
categoría, explicitando el proceso de elaboración. Estuve a punto de titularla
“Arte Poética”, pero le dejé “Playa Girón” en homenaje a aquellos pescadores
que libraban una batalla en cierto sentido tan crucial como la de Bahía de
Cochinos.” (Del blog personal de Silvio Rodríguez)
OJALÁ
Ojalá
que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá
se te acabe la mirada constante,
la palara precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones.
Ojalá
que no pueda tocarte ni en canciones.
Ojalá
que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya atrás de ti,
a
tu gobierno de difuntos y flores.
“Recuerdo
la mañana en que la estaba escribiendo, en el “Playa Girón”. Emilia fue la
llave de ingreso a aquella música y palabras vertiginosas. Era un momento
intenso, una conciencia plena de lo que estaba hallando. Andaba y desandaba los
dos metros y medio del camarote con la guitarra sobre el pecho, cantando
aquella aparición, chocando con todo, con la vista nublada. Entonces no
entendía aquellos sentimientos de fiera enjaulada. Al cabo de los años, viendo
la respuesta que Ojalá provoca en tantos públicos, me pregunto cómo aquella
mañana tan solitaria de alta mar pudo llegar hasta el futuro.” (Del blog
personal de Silvio Rodríguez)
EL PAPALOTE
Será
por tu vivienda
hecha de ruinas
y de misterios,
porque partías la roca
para ganarte
un
par de medios,
o por tus tirapiedras,
los más famosos de la loma,
de la mejor horqueta
de la guayaba,
y
duras gomas.
Será por todo eso
que mi memoria
se empina a ratos,
como tus papalotes,
los invencibles,
los más baratos;
y te levanta en peso,
Narciso el Mocho,
para ponerte
entre los elegidos:
los que no caben
en la muerte.
El papalote
cae,
cae, cae,
se va a bolina
la
imaginación
buena cuchilla lo picó
Una vez de tus manos
un “coronel”
salió
brillando:
Qué pájaro perfecto,
cuántos colores,
qué lindo canto.
Ninguno de nosotros
iba a volarlo, ya se sabía:
Era un encargo caro
del que mandaba,
del que tenía.
Llevabas en el puño
aquel dinero de la tristeza,
dinero de aguardiente,
del “Sol de Cuba”,
de la cerveza;
y te seguimos todos
a celebrarlo,
sucios y locos:
Para ti Carta Oro
y caramelos
para nosotros.
El papalote
cae,
cae, cae,
se va a bolina
la
imaginación:
Buena cuchilla lo picó.
La
gente te chiflaba
cuando
en la tarde
subías
borracho,
tú
contestabas piedras
y
maldiciones
a
tus muchachos
eras
el personaje
de
los trajines
de
tu pueblo:
Eras
para la gracia,
eras
un viejo,
eras
negro.
Una noche el respeto
bajó y te puso
bella corona:
Respeto de mortales
que, muerto, al fin
te hizo persona.
Pobre del que pensó
-Pobre de toda,
aquella gente-
que el día más importante
de tu existencia
fue el de tu muerte.
El papalote
cae,
cae, cae,
se
va a bolina
la
imaginación.
Buena cuchilla lo picó.
1972
“Le
guardo un especial cariño porque describe recuerdos de infancia en mi pueblo y
la vida de aquel hombre, que hacía papalotes y que al cabo de los años me hizo
comprender a la gente anónima que es importante para los niños. En realidad
trata de muchos temas; entre ellos hay un toque a la discriminación racial, sin
subrayarlo, que es parte de un viejo propósito que siempre tuve: hablar de
cosas cruciales como si fuera sin querer, sin ser didáctico, sesgadamente, como
la mayoría de las veces nos enseña la vida real.” (Del blog personal de Silvio
Rodríguez)
UNICORNIO
Mi
unicornio azul ayer se me perdió,
pastando lo dejé y desapareció.
Cualquier información bien la voy a pagar.
Las flores que dejó
no me han querido hablar.
Mi unicornio azul
ayer se me perdió,
no sé si se me fue,
no sé si se extravió,
y yo no tengo más
que un unicornio azul.
Si alguien sabe de él,
le ruego información,
cien mil o un millón
yo pagaré.
Mi unicornio azul
se me ha perdido ayer,
se fue.
Mi unicornio y yo
hicimos amistad,
un poco con amor,
un poco con verdad.
Con su cuerno de añil
pescaba una canción,
saberla compartir
era su vocación.
Mi
unicornio azul
ayer se me perdió,
y puede parecer
acaso una obsesión,
pero no tengo más
que un unicornio azul.
Y
aunque tuviera dos
yo solo quiero aquél.
Cualquier información la pagaré.
Mi unicornio azul
se me ha perdido ayer,
se fue.
“Cuando
apareció la canción, el diario “El Mercurio”, de Chile, hizo una encuesta
preguntando qué era el unicornio para cada entrevistado. Isabel Parra me trajo
la página y leerla fue estremecedor. Cuánta razón había en cada una de las
interpretaciones: una señora hablaba de su esposo muerto, una niñita lloraba su
cachorro perdido... Creo que descubriendo todo aquello me di cuenta de lo que
había escrito. Con Unicornio sucedieron otras cosas extrañas: la escribí a
finales de 1980, o en enero del 81, no recuerdo. Lo que sí sé es que el disco
fue editado en el 82. Y resultó que el año siguiente, 1983, fue nombrado como
año mundial del unicornio por la UNESCO. Entonces comenzaron a aparecer libros,
almanaques, agendas, y hasta se hicieron peregrinaciones al museo de Los
Claustros, en New York, donde se encuentran los cincos famosos tapices de los
unicornios. Para colmo, unos pocos meses después, un ingeniero genético inglés
consiguió un cabrito con un solo cuerno en la frente. Todo eso fue, y sigue
siendo, un gran misterio para mí.” (Del blog personal de Silvio Rodríguez)
En
Silvio Rodríguez, Sala 2, número 1,
abril de 1994.
Silvio
Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, Cuba, 29 de noviembre de
1946). Autor de canciones, poeta popular. Fotos: jmp
Gloria eterna a Rodolfo Walsh
viernes, 19 de marzo de 2021
GABO FERRO Cuando crezca seré
Cuando
crezca seré
un
prodigioso carpintero
Un
hombre poderoso de mirada serena
con
cuerpo de niña curiosa y atenta
Colmaré
mi antojo y construiré
para
mí mismo mis propias muñecas
Sólo
con mis dedos lijaré su piel
para
que guardemos la resina fresca
Me
enamoraré de una buena costurera
una
mujer diestra, una buena mujer
con
cuerpo de niño y manos bien dispuestas
Yo
la amaré y la protegeré
de
todo el terror de la naturaleza
Ella
me amará y coserá para mí
los
mejores vestidos para mis muñecas
Ella
será sabia y sabrá sonreír
cuando
le griten niño costurera
Dirá
que nada importa si estamos enteros
Niño
costurera y niña carpintero
En
revista La costurerita, número 2/3,
noviembre de 2009, Buenos Aires, Argentina / Director: Carlos J. Aldazábal
Gabriel
Fernando “Gabo” Ferro
(Buenos Aires, 6 de noviembre de 1965 - 8 de octubre de 2020) / Músico,
poeta, historiador y docente universitario / Fotos: jmp
jueves, 18 de marzo de 2021
LUIS O. TEDESCO El revolcón de letras que lo escribe
I
EL IMPOSIBLE
LACERADO
(Selección)
CHATO COMO AGUA EN TREBOLADA
ZANJA
el
tipo cede estar sin dar cabida,
no
tiende a ser,
no aletea, se arrincona
genuflexa
la hechura parpadeante,
anda solo,
su imagen no remonta,
un
pantalón arrástralo en quietú,
camina
y cuanto más camina
más
donde no va se deja,
el
tipo, tal como acontece,
es
falta de lo que nunca fue,
sustancia
cancelada su aparejo,
cuerpo
y sombra resbalan, se lastiman,
supuran
ser sobrante en el sinfín…
…
DESCONFIAO, RECELOSO, POR SI
ACASO
mira
hacia atrás lo lejos que deviene,
sangría
de yanura es lo que ve,
ni
rancho, ni poblado, ni siquiera
un
cachorro que ladre por su ausencia,
ni el
tero grazna
ni el chajá es centinela,
ni
como ensueño su alazán galopa,
gris
el cielo muraya de bandadas.
…
CONGOJA, DESESPERO,
MANSEDUMBRE,
entrañao
el escozor de sus madejas
el
tipo no fumiga sacramentos,
calza
sinyó la tarja del sublime,
va
pa’donde incrusta, va sin cencerro
que le
acopie ansiedá a su pescuezo,
su
claridá es legua sin ranchito.
…
DESAYUNO, ALMUERZO, MERIENDA Y
CENA,
patroncito,
usté sí la tiene clara,
usté
sí que la fifa de lo lindo,
alborada
con chiches en la cuna,
dulce
de leche cuando pibe en
cumpleaños
y todo
el santoral pa’ darle rastro.
El
tipo, no, el tipo va de flete,
rienda
suelta detrás con su remiendo,
un
metejón de rabia lo acicala
cuando
pabila Ser lo denodado.
…
LA GULA TE MASTICA, GORILÓN,
codicia
y comida, mercancía,
la
grasitú te envasa y cadavera,
reventarás
con sanguijuela dentro
…
EL TIPO NO SE JUNTA
con
los civiles sísifos del alba,
sueña
sin espuela, no lo madrugan
ni el
cándido rubor del desayuno
ni el
sermón laburante de la tribu,
el
tipo va, nunca regresa, va,
no hay
origen, no hay meta ni añoranza,
no hay
quietú que desmadre su agonía,
siempre
de pie, desálmase testigo,
un
vértigo de arraigo le da mueye,
va sin
hambre, cadalsa su nonunca.
…
EL TIPO DA PIE, CHUPA SU
INASIBLE,
no
recula, no suma conceptuales
al
flujo traicionero de la hueya,
él va
hacia donde sus ojos van,
sin
astucia, sin credo ni esperanza,
sin
ternezas de barrio ni voltaje
del
ansioso dolor del habitante,
él
cobija silencio, lo enmudece,
es
raspón de historia,
castigo del huerto monacal,
cruz
vacía goteando su tormento.
…
OLOR A MUERTO COPA SU MATERIA,
viene
del zanjón,
lo nauseabunda,
mira
sucumbir restos de cualquiera.
,
El
tipo ve el destripe de ser alguien:
cuerpos
sin cara ni brazos, sin piernas,
colgados
en el agua lo castigan,
el
tipo no combate, no se rinde,
custodia
su infección de caminante.
…
CON TODA SU FLACURA AMORATADA
el
tipo, cosa rara, no desangra,
nervios
y venas tayados por la mugre
son
arabescos, furor desguarnecido,
sorprende
el corazón, da su latido
preciso,
doméstico, soberano,
un
acorde neutral de semivida.
El
tipo, caminando, se despoja,
su
dentro móvil, brisa soterrada,
desalma
los confines de otra vida.
…
CABECITA,
descamisado,
guacho
vagabundo,
ser
nacional sin yegua de combate,
sin
mamá el abrigo de su infancia,
sin
padre en el vacío del desierto,
le dieron
alma, sí, es la costumbre.
El
tipo desmesura su degrado,
no
transa, es desertor de la milicia;
no
obstante, documentan su extravío,
un
papelucho y manos telquineras
falsean
su nombre, cifran su civil,
es
calaña a favor del contubernio.
…
ROSAS Y URQUIZA, DOS
TERRATENIENTES,
se
reparten el gaucho malnacido,
lo
conchaban pal’muere, le destripan
el
quedo de luchar por su tapera,
mata y
lo matan, es el cuchiyado
por el
vicio patriota del Estado,
bandera
en alto masacrando pueblo.
…
EL TIPO REMEMORA: EVA NO
TRANSA,
Evita
capitana sin aliento
bofetea
contubernios del gorila,
es su
cuerpo sin sangre alimenticia,
es su
voz, su pequeña voz jadeante,
es
Evita Perón descamisada,
turbión
de nueva vida que se apaga.
…
“HORMIGA NEGRA, TERROR
BAUTIZADO,
fue,
es y será doble con su padre,
picando
pior que hormiga, puñalero
cuando
la chaucha es lustre de mi brazo”,
así se
alistó,
tropezando con su tinta,
macizo
sin descarne junto al tipo
y el
aire se nubló con forajidos,
prófugos,
desertores, desvalidos,
la tez
obrera y todo ese deleite
meta
pulga en las ánforas bancarias
hasta
saciarles el dólar,
hasta pudrirles
el
verde cristalino de sus almas.
“Porque
estos cosos, dicen, tienen alma,
yo no,
yo de ginebra
embeleso
mi náufrago sin dioses.
A
Macri dejemeló a mí”,
agregó el Hormiga,
“yo lo
demacro, le doy moribunda
con la
yaga feroz del pisoteado
y con
mi sanguinaria
le
retuerzo la risita,
esa
que obscena mata mientras come”.
CIVILIZACIÓN O BARBARIE, EL
TIPO
se
estremece, convulsa, son palabras
sin
poeta, sin maguyón, sin temblor
de
logos su aguzor agazapado.
Son
palabras de Estado, disponibles
pa’l
saciadero del ilustre
contra
el retobo del salvaje.
Es un
parte de guerra,
una
orden de aniquilación,
paredón
contra el germen aborigen.
“Yo
vengo de ahí”, se dice, “yo camino
sin
soy ni ser,
ni
lumino que me diestre
nomás
que andar nativo con el muere,
yo soy
del Imposible el lacerado…”
Buenos
Aires, febrero de 2019
En
El imposible lacerado y otros baruyos del
idioma, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, Argentina, 2021 /
Selección de textos y fotos: jmp / Luis O. Tedesco (Buenos Aires, 1941)
miércoles, 17 de marzo de 2021
LEÓNIDAS LAMBORGHINI En el ruido el ruido
SEOL
lo
mortal
lo que
se oye.
-oíd:
el ruido de lo roto en el trono de la identidad
en
lo
dignísimo.
-oímos
respondemos:
el ruido de lo sagrado de lo unido en
lo
dignísimo de
la
identidad que se rompe.
oímos
lo abierto a lo mortal, la salud rota en
lo
mortal: el grito.
-oíd
lo roto. lo mortal en libertad. la libertad de lo mortal.
oíd:
la libertad de lo roto. el grito.
el
trono. el ruido de lo mortal en el trono de lo sagrado
del
trono de la identidad.
el
ruido de lo roto: la identidad. el trono.
-respondemos:
oímos en el ruido el ruido. oímos en el ruido el
ruido.
lo sagrado roto o
lo que
se une. la identidad en el trono de lo dignísimo o
lo que
se rompe en lo unido que se rompe y
abre.
las
cadenas rotas de la identidad que se rompe y une. oímos
en lo
mortal lo mortal que oímos. lo que se abre a lo mortal:
el
grito.
-oíd
lo que se oye
oíd lo
que se oye.
-oímos
el grito de lo mortal de
lo
roto de las cadenas. oímos el ruido de lo mortal
en el
trono. oímos en el ruido el ruido de lo roto de
las
cadenas. de la identidad unida que se rompe y
une: -respondemos
respondemos.
-oíd
lo que se oye: en el camino su oíd la salud rota
en el
trono. en sus cadenas.
las
cadenas de la libertad de lo mortal en el trono
en lo
que está coronado o de gloria que se rompe o
une.
-oímos
en el ruido el ruido. oímos en lo roto lo
roto
coronado que
se
rompe.
-oíd
lo que se oye.
-oíd
lo que se oye.
-oímos
lo que se abre: respondemos. lo que está abierto
en el
ruido. respondemos respondemos.
oímos
en el ruido el ruido. el grito. el trono
de la
identidad que se abre a lo mortal. el ruido de
lo
mortal. el ruido en
libertad
de las cadenas. el trono en la gloria de lo
dignísimo
de la identidad de
lo
sagrado de la identidad coronado o
que se
rompe. o que se abre
en el
camino su de. y se rompe o une y se une y rompe.
respondemos
respondemos.
-oíd
lo que se oye. oíd
lo que
se oye.
-oímos
la libertad de lo unido o su gloria o lo roto
que se
rompe o une, el ruido de la identidad unida que
se
abre rota. lo mortal.
oímos
en el ruido el grito. el trono en la gloria de
la
identidad unida o en lo mortal abierto
a
lo que
se rompe. el grito
de la
identidad en el trono
de lo
unido en su gloria o
que se
rompe y une en el grito.
en lo
dignísimo de la identidad o
lo
roto que
-oíd
lo que se oye.
-oíd
lo que se oye.
-oímos
en el ruido el ruido. oímos
en el
ruido el ruido. oímos. respondemos.
Reescritura
del himno nacional argentino
En
revista Las ranas. Artes, Ensayo,
Traducción, número 3, noviembre de 2006 / Director: Guillermo Saavedra / Editores
responsables: Américo Cristófalo, Pablo Gianera, Guillermo Saavedra y Eduardo
Stupía
Leónidas
Lamborghini (Buenos Aires, 10 de enero de 1927 - 13 de noviembre de 2009)
/ Fotos: Jmp
miércoles, 10 de marzo de 2021
LILY CHAVEZ Un pájaro que nunca vimos antes
CARPE DIEM
El
milagro de ver las manos cuando escriben
la
estrella federal en el fondo de los ojos
el
fluir detenido frente a mi espejo
incubo
el instante
todo
nace en la alegría de la llamarada
en
este ahora
donde
ningún segundo
ninguna
semilla
debería
caer en saco roto.
Me levanto
y los
minutos me acercan
el
mismo interrogante
el
señuelo de siempre
la
misma boca
el
mismo grito
irrisorio
y pálido
la voz
me habla
con textura de agua
con lenguaje de cadáver
pone
trabas en los molinos de la lengua
y cada
vez encuentro menos respuestas
y no
logro frotar dos piedras
y no
me hago de claridades
la
cigarra con sus once manchas
siguen
cantando en mi cuerpo
y sin
embargo
me
mantengo enterrada en la arena
sin
saber por dónde aparecerá el sol
con
qué me iluminará la niebla.
Una basura en el ojo
un
parpadeo que se repite
una
ceguera a medias
una
imagen trastocada
ahora
en su
desfigura
el
mundo
es una
piedra incómoda
un
tropiezo
que
nos tenemos merecido.
Vamos dejando que los besos se
endurezcan
acostumbramos
el cuerpo a los errores
nos
envolvemos con versiones ilusorias
de
la felicidad
somos
hacheros del árbol que plantamos
ojos
que pierden la voz
desolación
que se desparrama en una calle invisible.
Mires hacia donde mires
los
ojos son una oleada de voces
que
juntan tristeza.
Amanece
y
cantan como gallos
los
que arrasarán el día con sus llamaradas
los
que decapitan
los
que nos cerrarán los ojos
como
si fuésemos muertos
de la
noche anterior queda poco:
algunas
pesadillas
restos
de pensamientos
y el
temor
por lo
que no trituramos
nos
han ido quitando las fuerzas
nos
han ido astillando las rodillas
cerrando
los orificios de la respiración
repartiendo
el humo
hasta
dejarnos con este humito débil
inocente
tembloroso
que
apenas sabe hablar.
El principio es un fin
una
liana sin extremos
se
filtra un bosque incendiado
en la
copa de un árbol
donde
voces rudas aplastan la dulzura
arrojan
al vacío
los
armarios de la mente
tiembla
el hombre
su sombra tiembla
a qué
oídos le hablará la noche
qué
conciencia tocará su mano
en la
calle del ahora
la
lluvia cae para todos.
Como si soltáramos los globos
de la lluvia
como
si olfateáramos el rastro del perro
como
si el viento pidiera un tren para su grito
como
si pudiéramos perseguir el pan que nos alcanza
así
puntada
tras puntada
la
vida nos condena al revés de los sueños.
Atrás el barro
el
pantano y sus jaurías
los
pececitos de plata
–sardinetas
que se alimentan
de lo
que costó tanto–
atrás
las termitas
las
aguas turbias
las
sandalias en el ártico
las
ratas de entretiempo
que
cada paso sea un fondo blanco
una
luz que ilusione el ojo de la selva
un
reloj sin memoria
un
salto a mano alzada
no
debemos regresar
hagamos
de cuenta
que
las cavidades se sellaron
que
todo se ha endurecido
que
los caminos se volvieron mares
que
los ángeles no existen
miremos
el mañana
siempre
aparece la punta de otro iceberg
otro
manifiesto
otro
argumento para ir por más
en el
cielo siempre vuela
un
pájaro que nunca vimos antes.
En la greda nacieron
hojas
de hierbabuena
con
todo en contra
sin
siquiera un arbitraje de piedad
pero
allí está
con
las nervaduras en alto
hermosamente
verde
tal
vez sea la frondosidad de la vida
de la
que tanto se habla
o la
voz que renace después del remedio
tal
vez.
En
El derrumbe de los tulipanes, Mascarón
de Proa, Villa María, Córdoba, 2020
Lily
(Liliana) Chavez nació en Gregorio Funes, provincia de Córdoba; narradora,
poeta, gestora cultural / Selección de textos y fotos: jmp
Gracias
Lily por el envío de tu libro!