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viernes, 30 de octubre de 2020

SAM SHEPARD Algunos poemas de Crónicas de motel



Limpió los canarios

Dio de comer a la Mula
Se quedó traspuesto durante 1/2 hora

Cada mañana
Limpiaba los canarios
Daba de comer a la Mula
Y se quedaba traspuesto durante 1/2 hora

Nunca había pretendido quedarse traspuesto durante 1/2 hora
Simplemente, le ocurría
Cada mañana

Quizá fuera por la pausa cuando terminaba de dar de comer a la Mula

El impulso ya gastado

Parecía existir un impulso natural
Que lo llevaba de los canarios
A la Mula

Simplemente, le ocurría
Cada mañana

Era la pausa
Después de dar de comer a la Mula
Lo que le aturdía

Una Gigantesca Pausa

Hasta sabía qué tenía que hacer a continuación
Lo sabía muy bien

Sabía que lo siguiente era darse de comer a sí mismo
Después de dar de comer a la Mula

Pero era incapaz de moverse

Se quedaba traspuesto durante 1/2 hora
Mirando fijamente al desierto

Mirando a veces hacia su casa

Mirando a veces la bomba del pozo

Dependía de la dirección en que casualmente estuviera orientado
Cuando se quedaba traspuesto

Llegó un momento en que tenía ganas
de quedarse traspuesto durante 1/2 hora

Era el momento culminante de la mañana

Limpiar los canarios
Dar de comer a la Mula
Quedarse traspuesto durante 1/2 hora.

 

            15/1/1980

            Homestead Valley, Ca.

 

 

3´30 de la madrugada


¿Es un gallo
o una mujer que grita a lo lejos?

 

¿está negro el cielo
o a punto de ponerse azul oscuro?

 

¿Es una habitación de motel
o la casa de alguien?

 

¿Está mi cuerpo vivo
o muerto?

 

¿Estoy en Texas
o en Berlín Occidental?

 

Y de todos modos,
¿qué hora es?

 

¿hay algún pensamiento
que sea mi aliado?

 

Rezo pidiendo que se suspenda
todo pensar

 

Absoluta suspensión
espacio en blanco

 

quiero ir por la carretera
sin pensar en nada

 

sólo una vez

 

No estoy suplicando
No me pongo de rodillas

No estoy en condiciones de pelear

            9/12/1980
            Fredericksburg, Texas

 

 

me encontré con la doble de la Estrella

al abrirse hacia los lados la puerta del ascensor

y yo salía

y ella entraba

a las cuatro de la madrugada

y vi que estaba absolutamente pirada

le pregunté qué había tomado

dijo 6 Valium y Vino Blanco

porque hoy era el último día de rodaje

y le pareció que había que celebrarlo

jodiendo con algún tío del equipo

y colocándose

porque éste era su pueblo

y ella iba a quedarse

mientras nosotros nos íbamos

y la tortura de no ser más que una doble

dejada atrás

en un pueblo en el que le dolía haber nacido

estaba destrozándola ahora

de verdad

y eso hizo que volviera a avergonzarme

de trabajar como actor en una película

y provocar ilusiones tan estúpidas

de modo que me la llevé a mi habitación

sin planes respecto a su cuerpo

y ella se sintió desesperadamente decepcionada

intentó arrojarse por la ventana

y le dije que no valía la pena

no es más que una película estúpida

no tan estúpida, dijo ella, como la vida

 

            1/11/81

            Seattle, Wa.

 

 

La gente de aquí
se ha convertido
en la gente
que finge ser


            27/07/81
            Los Ángeles, Ca.

 

 

La buena suerte

consiste en caer

del lado izquierdo

del Azar

 

La buena suerte

consiste en caer

más allá de mi cabeza

 

La buena suerte

consiste en estrellarse

contra los árboles

 

todo el mundo se queja

 

            27/7/81

            San Fernando Valley

 

 

A ver si lo entiendo

 

¿Dices

Que te tortura el no poder escribir

O que

No puedes escribir porque estás torturado?

 

¿Dices

Que estos tiempos te han convertido en un escéptico

O que

Estos tiempos confirman tu escepticismo?

 

Mira, voy a decirte una cosa

Preferiría tener que echarles el lazo a las reses

Que hablar de política contigo

 

Preferiría caer borracho perdido

Debajo de un camión con remolque

 

Tu desesperación es más aburrida

Que el Merv Griffin Show

 

Tu gimoteante lloriqueo

Tus grandes soluciones baratas para la delincuencia

 

Levanta el culo y ponte a cocinar

Haz con tu tiempo

Lo que quieras

Pero no malgastes el mío

 

            2/80

            Santa Rosa, Ca.

 

 

Dicen que en días muy calurosos
la mayonesa podría matarte
eso decía mi tía

 

también me dijo
que nunca saliera de casa sin la cartera
por si me mataban
y había que identificar el cadáver

 

            26/4/81
            Homestead Valley, Ca.

 

 

sus canarios
caían como moscas
cada mañana
aparecía un nuevo canario
tieso
en el suelo de la jaula

el Veterano le dijo
que era por las bacterias
del agua que les daba
pero él sabía
que era
por su modo de vivir

 

            2/8/81
            Homestead Valley, Ca.

 

 

ambas rodillas en tierra

los codos metidos en la noche

 

es cierta

esta profunda conexión

es indudablemente cierta

 

la tierra transmite un mensaje

lo exhala

lo capto al inhalar

 

mofetas

conejos muertos

el calor del día se escapa

 

tú estás en un tren, lejos

te veo mirando por la ventana

a las afueras de Salt Lake City

 

yo estoy aquí

colgando de la ventana

 

            29/4/81

            Homestead Valley, Ca.

 

 

Si todavía rondaras por aquí

Te cogería

Te sacudiría por las rodillas

Te soplaría aire caliente en ambas orejas

 

Tú, que podías escribir como una Pantera

Todo lo que se te metiera en las venas

Qué clase de verde sangre

Te arrastró a tu destino

 

Si todavía rondaras por aquí

Te desgarraría hasta meterme en tu miedo

Te lo arrancaría

Para que colgara como un pellejo

Como jirones de miedo

 

Te daría la vuelta

Te pondría de cara al viento

Doblaría tu espalda sobre mi rodilla

Masticaría tu nuca

Hasta que abrieras tu boca a esta vida

 

            31/1/80

            Homestead Valley, Ca.

 

 

Hombres peinándose en su coche

Hombres mirándose el pelo en el retrovisor

Hombres con grandes peines negros en el bolsillo de atrás

Hombres preocupados por cómo les ven las Mujeres

Hombres que se convierten en anuncios de Hombre

 

Mujeres calzadas con botas que las obligan a cojear

Mujeres cuidando de que sus ojos no se crucen con los ojos de los Hombres

Mujeres preocupadas por cómo les ven los Hombre

Mujeres que se convierten en anuncios de Mujer

 

Esta niña que lleva un vestido verde claro y zapatillas negras de baloncesto.

Esta niña que persigue un pedacito de celofán que vuela por un aparcamiento vacío.

Esta niña que habla con el celofán como si fuese una criatura del viento.

Esta niña que sonríe al cálido aliento tropical que le da en la espalda. No ve ninguna diferencia entre ella y el celofán. Empujados ambos por el viento. Reunidos en un mismo momento. La niña baja la vista hacia el celofán. Le habla directamente:

-Déjame pisarte -le dice-. Quédate quieto para que pueda pisarte.

 

            13/1/80

            Homestead Valley, Ca

 

 

horribles voces idiotas de dibujos animados

animalescas voces idiotas de dibujos animados

mientras gime el viento marino

y los barcos de turistas

se acercan con su necia sonrisa

 

montones de peces muertos

flotando

montones de peces muertos

 

ahora un grito fingido

sirenas de verdad

breves estampidos

 

pestazo de Tequila

en la piel de la mañana

 

            30/10/81

            Seattle, Wa.

 

 

El insomnio es una cadena

El insomnio es un lazo

El insomnio es un círculo vicioso

 

Ahora mismo

Dentro de mi cabeza

Dentro de los huesos

 

Gira mi cuello

Se mueve el cartílago

Me gusta el ruido de mis huesos

 

En medio de esta emergencia

Pienso en ti

Y sólo en ti

 

En medio de esta sangre insomne

Tus labios rosados

Tus brazos extendidos hacia arriba

 

No puedo respirar sin ti

Pero este círculo de costillas

Sigue funcionando por su cuenta

 

            17/5/82

            Lancaster, Ca.

 

 

Por qué pienso

“Este tipo está completamente loco”

Sentado en un bar de pueblo

Vestido con un traje de terciopelo negro, con chaleco

Oliendo a Marica de la Calle Catorce

Con un tic nervioso en unos ojos pardos

En los que casi no se ve la pupila?

 

¿Por qué pienso

“Este tipo está chiflado”

Cuando pregunta si ha nevado alguna vez en San Francisco

Si Herb Alpert toca a veces música clásica?

 

¿Por qué pienso

“Este tipo está majara”

Cuando me dice que tiene muchísimo talento

Pero le falta tiempo para desarrollarlo?

 

¿Por qué pienso

“Este tipo está como una chota”

Cuando coge la jarrita de la leche

Y la llama “Esta vaquita tan mona”?

 

Sé por qué

Porque no oculta

La desesperada distancia que lo separa de la gente

 

            12/79

            San Anselmo, Ca.

 

 

Ya he visto prácticamente

todas las narices arregladas

todos los dientes con funda

y todas las tetas remozadas

que puedo soportar

 

Me voy de regreso

a la mujer natural

 

            23/11/81

            Los Ángeles, Ca.

 

 

Quizá tendría que encender un fuego. ¿Te gustaría? Encenderé el fuego.

 

Quizá tendría que romper en pedacitos pequeños el periódico dominical y hacer un esfuerzo para no entretenerme leyendo los anuncios.

 

Quizá tendría que terminar del todo el agujero que estaba cavando en el huerto de atrás.

 

Quizá tendría que prepararme una taza de té y tomar Vitamina C. ¿Quieres una taza de té?

 

Quizá tendría que dar simplemente un paseo si rumbo.

 

Quizá tendría que quedarme en un sitio y no moverme de allí y dejar de inventarme motivos para irme.

Quizá podríamos tener tú y yo una conversación. ¿Te gustaría conversar?

 

            14/1/80

            Homestead Valley, Ca

 

 

Rosas dobles

Dice ella

Como en Inglaterra

Como en mi Inglaterra

Y se recuesta

Hacia atrás
Hacia Inglaterra

Su nariz aspira con fuerza

Sus ojos se cierran
La Rosa se la lleva volando a su casa

 

            22/9/80

            San Francisco, Ca.

 

 

En Crónicas de Motel (Editorial Anagrama, febrero 1985; para la presente selección: Quinta edición, julio 2005). Traducción: Enrique Murillo

Sam Shepard (Lake Forest, Condado de Lake, Illinois, EE.UU., 5 de noviembre de 1943 - Midway, Woodford County, Kentucky, 27 de julio de 2017)

Selección y fotos: jmp

viernes, 23 de octubre de 2020

MIGUEL ÁNGEL MOLFINO La chica más linda del mundo

 

LA CHICA MÁS LINDA DEL MUNDO

 

         Seamos sinceros, su ingreso al predio de la pileta fue sencillamente espectacular. Hasta ella el sopor del rabioso calor había logrado adormecernos en una dócil abulia de chapuzones carentes de interés. Nada nos hubiera conmovido: la irrupción de un camello o de una banda de gaiteros escoceses, como les digo, nos hubiera emocionado tanto como salir para el trabajo un día lunes. Pero, con ella todo fue distinto. Sin más cortejo que una colorida toalla colgante de un brazo y un bolso de rafia que bamboleaba en su otra mano, entró al club –sin que ninguno de los presentes lo mereciera- la chica más linda del mundo.
         Y con ella entró su cavadísima malla negra, su imposible cintura y ese elástico andar que debe usar sólo los domingos. Caminaba en dirección de una reposera, inaccesible, envaneciendo su largo cuello como alguien habituado a tener tratos con la inmortalidad. Con lentitud, tal vez fotocopiando alguna escena de una película francesa, acomodó sus pertenencias. Libró a sus ojos del anonimato de los anteojos oscuros y se estiró en la reposera, sabedora de que toda la pileta comprendía que se encontraba frente a la chica más linda del mundo. Sin duda, era una atleta de la belleza.
         Pensé vagamente que así habría sido toda su vida: una larga y extenuante militancia en la hermosura. La más linda del grado, luego del curso, más tarde de la facultad y ese día, la más linda del mundo en la pileta de un club de Resistencia.
Imaginé su dorado agobio, su pertinaz condena. Suelo simpatizar rápidamente con los estoicos y ella cargaba su cruz lo mejor que podía.
         Cuando se dispuso a hipnotizar el sol con los ojos cerrados, un maduro bañista me codeó las costillas al tiempo que me confiaba parte de sus impresiones con un tiene un lomo que no puede ser. Los dos nos hallábamos sentados al borde de la pileta y su exaltada estética estuvo a punto de mandarme a nadar un rato. No obstante, armé un rostro de extrema complicidad y le devolví, con voz de whisky y noche, un es de locos, frase que me impresionó por su lograda y expresiva sencillez.
         Dos o tres flacos, adulados por la presencia de la chica más linda del mundo, se vieron obligados a empujarse y a vociferar con desusada virilidad. Se zambullían ruidosamente y nadaban hasta perder el aliento. Otros, más impasibles, con punitivos ojos, alcanzaban la reposera de nuestra heroína. Tampoco pudo evitar la visión de la chica más linda l mundo, una absorta mesa de mujeres donde desperezaban una loba entre mates, galletitas dulces y críos que pedían upa. No adjetivaré digo tan solo que la miraron.
         De pronto ella se movió. Es más, se reincorporó hasta sentarse. Y prodigiosamente, una vez más, la pileta quedó en vilo. La chica más linda del mundo simplemente cambiaba de posición para tostarse.
         -Es la chica más linda de Sudamérica - aventuré ante mi desconocido compañero de borde de pileta-. ¡Escucháme! –se indignó-. ¡Es la piba más linda del mundo!- Y sonrió con sus parejos dientes, como si en ese preciso instante hubiera entrevisto algo angelical a la altura del trampolín vacío.
         Ella, siempre lejana, miró su reloj pulsera, quebró su indecible cintura en procura del bolso, se levantó y se encaminó hacia el vestuario. No regresó.
         La pileta, poco a poco, recuperó el sopor, aunque de tanto en tanto, las miradas se dispararan sobre las puertas de acceso, esperando un tardío milagro. Todo regresó a la abulia, a los chapuzones carentes de interés; los flacos se vieron desafectados de sus briosos esfuerzos musculares, mi compañero de borde de pileta se marchó para emborracharse de ping-pong; a las señoras que jugaban loba les fue deparado el mate tibio, ya sin masitas y los críos que antes pedían upa ahora lloraban a moco tendido. Yo mismo creí advertir lo absurdo de existir al borde de una piscina, en esa hora y bajo el sol. Nada tenía sentido sin la chica más linda del mundo.  

 

En suplemento Verano/12, martes 27 de febrero de 1990

Miguel Ángel Molfino (Saladillo, provincia de Buenos Aires, 25 de diciembre de 1949)