siempre
añoramos o inventamos la vuelta al hogar
porque
siempre veíamos que el lugar de la vida inquieta
platonov
platonov qué mal me hiciste
hace muchos
años que estoy enfermo
y es por el
libro que tú escribiste
usted
no tuvo que volver a la ciudad amada
y
encontrar otra
donde
nadie buscaba aquella inquietud
y
el hogar no era como el suyo y el mío
el
lugar de combate de los que llegamos tarde
al
palacio al acorazado o a la plaza
usted
me sostiene pero yo he vuelto a la realidad pavorosa
la
que dice
los
poetas en los años finales deben sonreír ante las insolencias
los
poetas al morir si no se defienden
quedan
en las manos que siempre despreciaron
…
cuando
las plantas se secan en las casas
no vale la pena comprar cactus
espinas sobre las espinas
ni cambiar de música
los sonidos que las secan
son los que elegimos para estar juntos
…
esa funesta
jactancia
de
que la insistencia es la medida del logro
cuando
solo es la medida de la grisura
…
dónde
quedé yo
dónde quedó mi presencia
aquella de las reuniones del 58
y los años que siguieron
como en un cortejo de noches librerías
comité de barrio cine Lorraine
calle Corrientes para siempre mía
glorias de Europa
dónde quedé yo
…
he visto
siempre la belleza derrotada
no
quiero ni puedo creer en la belleza perfecta
cuando
yo esté muerta un libro va a llevar mi nombre
se
llamará obra completa porque nunca más
podré agregar una línea
y ahí estará mi muy primera juventud
las etapas intermedias
poemas sueltos de un momento de ilusión
la última pasión antes de volver a la verdadera
se darán cuenta de que este monumento
estuvo hecho de grietas
que no se vieron
y de cariños que nunca olvidó
crearán un personaje de papel
después de todo
tal vez fui sólo eso
una mujer que sólo tomó en serio su compromiso con unas ideas
un hombre
y las palabras
…
de joven
escribí
sueño
con un jardín
el
jardín
se
ha convertido en floreros con nardos
perros
inmensos que no conocía y
me
acompañan
puertos
y trenes a los que llego tarde
la
juventud fue verdad
la
vejez representación
aeropuertos
y andenes escenarios de mi historia
negada
rescatada leída de nuevo a través de mis jóvenes amigos
sueño
con amigos
hartos
algunos de los ideólogos con los que me crie
ideologías
que aún permiten la ira
preguntándome
y
ya no puedo contestar
un
día también se irán los perros del sueño
y
yo quedaré con ellos en una ciudad que no reconocerían
y
que me esfuerzo por sentir mía
eternamente
sentada
en
una lectura de poemas en 1963
…
pienso
todo el día en un albacea
me entusiasmo
con maravillosos chicos renegados de
clase alta
que conocen el poder
deberán enfrentarse con secretarios de
cultura
con chicas aún libres
¿impedirían que me publicaran en una
hoja parroquial?
o terminará enamorada de un pulcro
burócrata con aires de cultura
olvidará los vinos y las noches y sólo
me queda un hijo del poder
por ahora no traiciona los modales
nunca deja de buscarme un taxi
y se baja para despedirme
me da el brazo si es necesario
un albacea
y para el final puedo elegir no a los
lúcidos que me alaban
supuetos populares
no a abogados distinguidos
sino a alguien que haciéndose el
distraído
tiene el runrún de un poder
necesito un albacea
queridos amigos me han acorralado
para elegir
a quien maneja la distancia
y cierta indiferencia
no hay que darle la palabra
al tonto sensible
rescatará lo peor
nuestro momento miserable
nuestro momento de duda
hay que darle la palabra
a los que nunca complacen
y a veces ni acompañan
pero nunca traicionan
…
como toda
persona que habla mucho
tengo
secretos insondables abismales
míos
sobre todo y algunos de otros
nadie
puede no tener miserias después de más
de setenta años de vida y más de
cuarenta de matrimonio
los
míos están sellados a cal y canto y los pocos de los otros están
sellados por mi sentido incorruptible
de la amistad
hablo
siempre todo el tiempo cuento anécdotas
aun
de mi matrimonio que hacen ilusionar a algunas
con
que estoy contando la parte íntima la trastienda
cuento
anécdotas prestigiosas parecen muy íntimas
pero
no se olviden hablo siempre hablo con vino sin vino
respondo
a expectativas transgresoras
el
aborto la lucha por casarnos
si
hubo amantes si hay restos un poco escabrosos de décadas
no
se olviden
hablo
pero lo mío y lo de los otros que han confiado en mí
está
en silencio
no
me iré a la tumba con secretos
me
iré a la tumba
con
mi dignidad la de mis amigos y la mía
no
hicieron mal en confiar en mí
no
hice mal en confiar en mí misma
palabra
y silencio
mucho
silencio
estamos
a salvo
estoy
sentada en mi casa
o caminando a una lectura de poemas
mientras pasa ante mis ojos la
historia y me dice
ya no tengo lugar para vos
sólo te queda hablar de mí
…
no hay dudas
de que he pasado cincuenta años
escribiendo una carta
yo
creé ese destinatario ante el que
respondo
cada día
y
su sombra me ha permitido estar siempre acompañada
y
a veces hasta agobiada por la gente
…
pero los
derrotados vuelven como dice la leyenda de los guillotinados
pero
vuelven para ser derrotados o guillotinados
y
mantener viva la vergüenza de los otros
y
mantener vivo el recuerdo que los hace bochornosos
…
el
poeta que
a veces tiende silencio sobre verdades
inútiles
toda palabra es el eco de cosas dichas
hace años
que sólo el
poeta escucha
si quiere pedir cuentas
se las pide a él mismo
y bajo otros cielos cierra los ojos
para sobrevivir
…
creo que me
quedan fuegos de aquel destino
…
brindo por vos
Juanita Bignozzi
capaz
de animar una mesa
de
contar historias intelectuales históricas y algún chisme del ambiente
pedir
comida preguntar si la ensalada está bien
preguntar
vivís lejos a qué hora se tienen que levantar
de
escuchar con respeto y generosidad a los jóvenes
y
no momificarte cuando te dicen
es
Juana Bignozzi
por
tu capacidad de gustar y amar las vidrieras las chafalonías los collares
y
la noche
la
noche que ya sólo ella mantiene todos tienen sueño
un
joven me elogió como nunca
no
a ella no le diría que hiciera el esfuerzo de venir
pero
a juanita si ella sale
Juana
Bignozzi
nunca
mató a Juanita Bignozzi
…
no
tiemblen cuando escuchen lo que vos a decir
la poesía es la palabra de la muerte
no la niega no le da sonido
habla con ella
los muertos siempre hablan con los
vivos
piensen en sus padres los hijos
en sus maridos las viudas
esa palabra eterna atraviesa las
bóvedas rencores
paraninfos mortuorios
rehace los recuerdos
la poesía hace eterno lo que no está
lo que fue
créanme hace eterna la muerte
…
siempre
moriremos lejos
de
una persona de una ciudad
los
regresos son ilusiones que engañan
siempre
moriremos lejos
…
me
miro en estos muñecos
que son espejos
no puedo besarlos
no puedo besarme a mí misma
…
necesito un
albacea
la
lucidez nos ha llevado a no tener hijos
la
lucidez de mis padres me llevó
a
no tener hermanos
o
sea a no tener sobrinos
la
ideología de mi marido lo llevó
a
no tener familia
y
ahora todos los cuadros los objets d’art
los
maravillosos libros de nuestros viajes a las mejores
exposiciones de Europa
mi
Capodimonte comprado en 1975 al pie del Vesubio
no sé si queda alguno en Buenos Aires
deben
tener un destino
¿la
lucidez es el desamparo?
¿la
lucidez termina en un testamento para extraños?
pienso
todo el día en mi albacea
…
ahora
que soy vieja
y
vos un señor mayor
quisiera que sólo recordaras
las fotos de los viajes
aquellos livianos vestidos de flores
que usaba entre los jardines lujosos
y entre las ruinas
ahora que antes de dormirme
sin que lo notes te toco para saber si aún respirás
…
A ALGUNOS NO
HAY QUE CONOCERLOS PARA ODIARLOS
nuestros
almuerzos de juventud
han
terminado
es
escribir las necrológicas unas de otras
…
he
llegado a la edad
en que lloramos al hablar de nuestra
juventud
como se llora una ausencia
no con dolor o con tristeza
mucho menos con nostalgia
sino como a lo que nunca se irá
…
después de
décadas quiero morirme
para
acompañarte por última vez
…
cae
la tarde sobre tu tumba
cae la tarde sobre esta tumba que fue
nuestra casa
De los regalos que recibí en nochebuena, por un 2020 mucho mejor
En Novísimos.
Poemas inéditos, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2019
Juana Bignozzi (Buenos Aires, 21 de
septiembre de 1937 – 5 de agosto de 2015)