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martes, 5 de junio de 2018

ALFONSO GATTO Tu rostro, un sueño entre mis manos


POESÍA DE AMOR

Las grandes noches de estío
que nada mueve sino el claro
filtro de los besos; tu rostro,
un sueño entre mis manos.

Como tus ojos lejana,
tú has venido desde el mar,
desde el viento que parece alma.

Y besas perdidamente
hasta que la boca seca
está abierta como la noche,
llevada por su aliento.

Tú vives entonces, tú vives,
el sueño de que existes es cierto.
Desde que te busco.

Te estrecho para decirte que los sueños
son bellos como tu rostro,
lejanos como tu rostro.

Y el beso que busco es el alma.

Versión de V. Horia y J. López Pacheco



ALDEA DE NOCHE

El hombre vuelve a donde jamás estuvo.
Oí una noche
en que me acunaba la sonrisa
como una almendra en la guitarra.
Una visita, el sueño,
mas la noche fue alegre
como una negra que no sabe hablar.
Salió a su encuentro una aldea
de niños blancos.
Yo era un sonido en la guitarra,
una almendra de sueño.
¿Por qué no te ríes y sacudes las medallas,
las monedas de tu rostro?
(gritaba un hombre estrepitoso
grabado en las tinieblas).
Prendí los faros del camión
para dar aire a una mariposa.
Como ella –dijo-
todos tenemos prisa de morir
para regresar a nuestra aldea.

Versión de M. Durán


En Poesía italiana del siglo XX, CEAL, Buenos Aires, 1970. Foto: Jmp.
Alfonso Gatto (Salerno, Campania, Italia, 17 de julio de 1909 – Orbetello, Toscana, 8 de marzo de 1976).

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