SUEÑOS A RAS
DEL SUELO
“de
los sueños de
un
hombre se podrá
decir
cualquier cosa,
menos
que no sean
la
estricta verdad”
Ernesto Sabato
Piedras
Por
el verde que rodea la escena
acaso
fuere el fondo de la casa
o
un rincón del Parque Saavedra.
De
mi cabeza brota sangre
de
una piedra al vacío
que
lanzara mi hermano.
La
vida y la realidad
arrojarían
después
otras
piedras más feroces.
Aquella,
en este sueño que vuelve,
es
recuerdo fraternal o caricia.
Sueño con ella
Sin
pudor alguno
entro
a su casa
cargando
artritis
prótesis
dentaria
y
tejido adiposo notorio.
Ella
está detenida en el centro
de
su juventud
y
de su belleza invencible.
Y
conversamos
como
si nuestra historia
nunca
se hubiera interrumpido.
Como
si el mundo recomenzara.
Almuerzo
Las
voces queridas me llegan
desde
muy lejos, confundidas.
Debajo
de un álamo borroso
los
amigos comemos, bebemos y reímos.
Uno
de gorra o sombrero, me dice:
“¿Cómo
estás entre nosotros
si
todavía no te has muerto?”
Olores
En
aquella época
mi
padre se afeitaba
con
una crema
de
olor leve, único
y
se iba a trabajar.
A
veces sueño que lo espero
y
que ese olor lo devuelve a casa.
Huecos
En
las pruebas escritas
me
dictabas los huecos a completar
ahora
son tantos los huecos míos
que
tu buena voluntad
no
alcanzaría
aunque
volvieras a vivir
y
nos sentáramos en el pupitre
donde
subrepticiamente
te
acariciaba una rodilla
lejos,
muy lejos ahora
de
la necrológica del diario
donde
te despiden tus hijas y tus nietos.
Soñé que
sentía
Soñé
que sentía
el
gusto
y
el espesor de la esperanza
que
volvía a escuchar
a
los otros
como
en un principio
que
mal o bien, era parte de un todo
que
lograba una página decente
que
los brazos de ella
me
abrazaban
y
el corazón –sin temores–
ardía
otra vez.
Preguntas en
el encierro
Encerrado
en un ascensor detenido,
no
acierto entre puro silencio,
asfixia
o sábanas transpiradas.
¿Por
qué no opté por las escaleras?
¿Por
qué no desperté a tiempo?
¿Todavía
me estará esperando?
Bares como
sueños
Invitábamos
o éramos invitados
pero
nadie se quedaba con sed
conversaciones
y confesiones
hasta
la madrugada;
la
discusión política
y
el último libro descubierto
insondable
como el mismo mundo
pero
sobre todas las cosas
la
expectativa de encontrarnos.
En posición
horizontal
Sin
razón alguna
tengo
puesto unos zapatos sin uso.
Con
los ojos abiertos
vería
el techo
de
una sala desconocida.
No
oigo mi voz
ni
las voces de los otros.
Todo
indicaría
que
esto fue todo
y
la canción ha terminado.
Poemas
inéditos que formarán parte de una nueva antología con título aún a definir (Libros de la
talita dorada, 2018); serie “Sueños a ras del suelo”.
Néstor
Mux (La Plata, 1945). Fotos: Jmp
Gracias José María, gracias Néstor Mux, por esos sueños a ras del suelo que pude leer en Aromito. El tiempo ha pasado, sigue pasando, ignoro si nos reconoceríamos con Néstor, pero su poesía sí se reconoce, sigo compartiéndola y admirándola.
ResponderEliminarMi analfabetismo en la red hace que esta breve, necesaria opinión no haya ingresado como "comentario" a la página, pero no importa.
Aprovecho para decirte que me avises si alguna vez andás por Buenos Aires. Me gustaría compartir un café y que te fueras cargando unos ejemplares de mi último libro (2016) para vos y los amigos de allá.
Gracias por tu trabajo de siempre. Abrazo.
Rafael
Gracias Rafael. Nos vemos pronto!
ResponderEliminarjm
Gracias Tio querido ¡¡¡ Hermosos poemas ....Dan ganas de seguir soñando de seguir volando de seguir amando.
ResponderEliminarOtra vez, el reencuentro con eso entrañable que convoca la maravillosa poesía de Nestor. Gracias Nestor, gracias aromito.
ResponderEliminarBienvenidos esos nuevos poemas. Intensos y verdaderos como ya nos tienes acostumbrados, querido hermano. Felicitaciones al autor y al editor. Rafael
ResponderEliminarMs encantó Néstor Mux y sus sueños al ras del suelo. Cuánta ternura! Leyendo su poesía no me siento sola. Saludos desde el U- Bahn 3 en St. Pauli, Hamburg! Espero el libro. Gracias Aromito por compartir!
ResponderEliminarGracias María Ester. Creo que es un poco eso la poesía: para no sentirse solo. Mi beso grande para vos, desde City Bell, donde la llovizna de hoy nombra nuestra tristeza que debemos convertir en alegría de todos.
ResponderEliminarGracias JM, Néstor es un gran poeta platense!!!
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