A LAS PARCAS
Dadme un verano solamente y un otoño
para que el canto me madure -¡oh, poderosas!-.
Cuando se sacie de estos juegos, más conforme
el corazón podrá morírseme en el pecho.
Alma que en vida no cumplió su ley divina
no halla reposo ni del Orco en las honduras.
Pero si al fin logro plasmar lo sacrosanto
que llevo dentro de mi ser, la poesía,
¡oh, bienvenido sea el mundo de las sombras!
He de sentirme satisfecho, aunque la lira
no me acompañe... Una vez sola habré vivido
como los dioses. Y no preciso nada más.
Dadme un verano solamente y un otoño
para que el canto me madure -¡oh, poderosas!-.
Cuando se sacie de estos juegos, más conforme
el corazón podrá morírseme en el pecho.
Alma que en vida no cumplió su ley divina
no halla reposo ni del Orco en las honduras.
Pero si al fin logro plasmar lo sacrosanto
que llevo dentro de mi ser, la poesía,
¡oh, bienvenido sea el mundo de las sombras!
He de sentirme satisfecho, aunque la lira
no me acompañe... Una vez sola habré vivido
como los dioses. Y no preciso nada más.
LAS LÍNEAS DE LA VIDA
Las líneas
de la vida son diversas;
cual
rutas son, cual bordes de montañas.
Lo que
acá somos puede,
completar
allá un dios con armonías
y
gracia y paz eternas.
(Otra
versión, en Poesía completa, Ediciones 29, España, 1997)
LAS LÍNEAS DE LA VIDA
Diversas
son las líneas de la vida,
cual
caminos son y cual confines
de las
montañas. Lo que somos aquí,
pueda
un dios completarlo allá,
con
armonía y gracias y paz eternas.
En:
Antología de la poesía universal, CEAL, 1978. Versión de José Vicente Álvarez.
Johann
Christian Friedrich Hölderlin (Alemania, 20 de marzo de 1770 - 7 de junio
de 1843). Foto: Jmp
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