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lunes, 27 de marzo de 2017

Joni Mitchell, Sólo una etapa, estos días de cafés oscuros



LA ÚLTIMA VEZ QUE VI A RICHARD

La última vez que vi a Richard fue en Detroit, en el 68
y me dijo que todos los románticos terminan de la misma manera:
cínicos, borrachos y aburriendo a alguien en algún oscuro café.
Vos te reís, me dijo, creés que soy inmune;
andá y miráte los ojos al espejo: están llenos de lunas.
Te gustan las rosas y los besos y los hombres lindos
que te digan esas lindas, lindas mentiras.
Sólo mentiras lindas, tan sólo lindas mentiras.

Él metió una moneda en el Wurlitzer,
apretó tres botones y el aparato empezó a sonar
y en eso vino una mota de moño y medias caladas y dijo:
Terminen sus tragos, es hora de cerrar.
Richard, no has cambiado, dije.  
Lo que pasa es que estás romantizando
algún dolor que tenés en tu cabeza.
Tenés tumbas en tus ojos, pero las canciones
que criticás cuentan sueños.
Escuchá: ¡hablan de un amor tan dulce!
¿Cuándo vas a reanimarte?
¡El amor puede ser tan dulce, tan dulce!.

Richard se casó con una patinadora famosa,
le compró un lavaplatos y un colador de café
y ahora bebe en casa la mayoría de las noches,
mirando la tele y con todas las luces de la casa
encendidas, brillantes.
Yo voy a apagar ésta condenada vela,
no quiero que nadie se acerque a mi mesa,
no tengo nada que hablar con nadie,
todos los grandes soñadores pasan por aquí
alguna vez,
escondiéndose tras las botellas en oscuros cafés,
oscuros cafés,  
sólo un refugio oscuro antes de que me salgan alas
y vuele hacia lo lejos,  
sólo una etapa, estos días de cafés oscuros.







En: Suplemento Mordisco, vocero mensual del rock, año 2, nº 15, octubre de 1977. Trad.: s/m. Elepé: Blue, 1971.
Roberta Joan Mitchell (Canadá, 7 de noviembre de 1943). Foto: Jmp.

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