1. Los cantos
de la sed
XII PISCIS
Pasó la viajera
vestida de frío y
aurora,
sueño infantil y
recuerdos de estío;
y en su rostro y
sus manos
algo perdido en mis
revueltos bolsillos.
En mi boca mojada
quedaron palabras
huecas.
Su voz sonó a pétalo
cuajado de azulado
aljófar.
Adolescencia brilló
en mis ojos
y el dolor apretó
mi garganta.
En la tibieza de la
mano
de mi amigo
traicionero
volví a encontrar
mi pureza de niño,
y conocí bellezas.
Sentí placer con
gusto azul a hueso, y alguien
puso entre mis
manos
un hermoso mancebo
de estrechos hombros.
El dolor que
apretaba mi garganta
gimió en mis sienes
y por mis labios
escapaba y
regresaba el
olvido.
¡El terrible dolor
de sentirse avergonzado!
Una horrible sotana
de risa pintada,
y una negra desnuda
de piernas
torcidas,
bebieron mi cerebro
en ruidos y
esferas,
en mareos y agujas.
El adolescente de tímida
mirada
penetró en la casa
de ventanas de
maderas,
¡gris plateado,
gris plateado!
y nuestros ojos se
encontraron
en el beso del
cansancio.
2. Encuentros
A A. L. AGRADECIENDO
LA NOCHE DEL 21 DE ABRIL
Schumann en los
puños blancos de mi camisa.
¿Quién presta dos
lágrimas a mis ojos?
El “yo no puedo” de
mano implorante,
en los labios
morados de la vergüenza.
Con un peine de
ocho mentiras alisé mis cabellos
¡si ella mirara su
mano izquierda!
No, todo se pierde
en los rizos
de su saco con
cuello de piel.
Cal y cohetes,
trenzas y alondras
juegan en las
blancas miradas
de la nobleza de mi
cualidad
¿Quién me lleva?
¡soy dócil y niño!
En mis mañanas de
pecho de sol,
en mis lluvias de
hombros de hielo,
en mis llantos de
piel sin vello
¡Schumann es el
moño del cordón de mis zapatos!
En:
“Los cantos de la sed”, Ediciones Continente, 2015. Escritos entre 1949 y 1951.
Osvaldo
Bayer (Santa Fe, 18 de febrero de 1927).
Foto:
Osvaldo Bayer.
Bellos y hermosos poemas de Osvaldo Bayer
ResponderEliminarBellos y hermosos poemas de Osvaldo Bayer
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