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jueves, 14 de enero de 2016

Vladimir Maiakovski, Una sola estrella


¡ESCUCHEN!

¡Escuchen!
Si encienden a las estrellas, —
quiere decir, ¿que alguien lo necesita?
Quiere decir, ¿alguien quiere que existan?
Quiere decir, ¿que alguien llama perlas a esos escupitajos?
Y esforzándose
entre ventiscas de polvo meridional
irrumpe a lo de Dios,
teme haberse retrasado,
llora,
le besa la mano nudosa,
le pide —
¡que aparezca con seguridad la estrella!,
y jura —
¡que no podrá soportar el dolor por falta de ella!
Y luego
anda angustiado,
pero tranquilo en apariencia.
Le dice a alguien:
“¿Pues, ahora, no te sientes mal?”
“¿No tienes miedo?”
“¿No?”
¡Escuchen!
Si a las estrellas,
las encienden,
quiere decir, ¿qué alguien lo necesita?
Quiere decir, — es indispensable
que cada atardecer
por encima de los techos
¿¡se encendiera por lo menos una sola estrella!?

1914


Versión de Irina Bogdaschevski (Belgrado, ex Yugoslavia, 1927 - La Plata, Argentina, 14 de enero de 2016).
Vladimir Maiakovski (Rusia, 19 de julio de 1893 – 14 de abril de 1930).

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