PARA LA TORCAZA
Avanza por la
carretera, a la salida del campamento, y se siente en el aire
Que la lluvia va a
comenzar, que en algún lugar cercano ha comenzado ya.
El olor de la
tierra húmeda le llega a la nariz.
(¿O al alma?)
Ella está posada al
borde del camino,
Frágil y necesaria
como un verso, dibujada, aérea,
Y el auto ruidoso
sólo la alebresta en el instante de llegar hasta allí.
Alza entonces el
vuelo en un asustado remolino de plumas.
Él quisiera
detenerse y decirle algo: por ejemplo, que la lluvia va a empezar.
Que el campo es
grande y ningún árbol será mejor que su pecho.
Pero sigue
manejando el auto, y la mira casi imaginaria (gris, dorada, azul) en el cielo
de la inminente lluvia:
Ni él habla el
lenguaje húmedo de la torcaza,
Ni a la torcaza
llega su confuso lenguaje.
De:
“Cuaderno paralelo”, 1970. En: “Poeta en La Habana”, Laia Literatura, 1982.
Roberto
Fernández Retamar (La Habana, Cuba, 9 de junio de 1930).
Foto:
JMP. RFR en La Plata, 2 de mayo de 2012.
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