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jueves, 16 de julio de 2015

Poesía quechua, Yo crío una mosca


YO CRÍO UNA MOSCA

Yo crío una mosca 
de alas de oro,
yo crío una mosca
de ojos encendidos.

Trae la muerte
en sus ojos de fuego,
trae la muerte
en sus cabellos de oro,
en sus alas hermosas.

En una botella verde
yo la crío;
nadie sabe
nadie sabe
si come.

Vaga en las noches 
como una estrella,
hiere mortalmente
con su resplandor rojo
con sus ojos de fuego.

En sus ojos de fuego
lleva el amor,
fulgura en la noche
su sangre,
el amor que trae en el corazón.

Nocturno insecto,
mosca portadora de la muerte,
en una botella verde
yo la crío,
amándola tanto.

Pero ¡eso sí!
¡Eso sí!
Nadie sabe
si le doy de beber,
si le doy de comer.



En: “Poesía quechua”, Galerna (Buenos Aires) – Arca (Montevideo), 1968. Traducción: José María Arguedas. 
Imagen: “La serpiente sostiene la piedra de fuego; las dos manos giran el bastón sagrado sobre la piedra de modo de hacer brotar la chispa del Fuego Nuevo”.

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