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martes, 7 de julio de 2015

Gerardo Burton, El mayor océano


amor nos trajo a una misma muerte
(amor condusse nou ad una morte) 
dante, inferno, canto V



mi mirada se pierde en las regiones de su cuerpo.
el mayor océano es el cuerpo de una mujer enamorada.
adonis


la nuca de la noche, al azar
         de intemperies vestida

duerme con los párpados cosidos
         entre cielos, entre brumas
que dispersan el salobre aire

recuerdos como flechas, días que no tienen fin
         salvo las nubes de sombra
el acaso que nada endereza
         un abismo de negrura
agita sus cortinas sobre el errante navío
del lecho

*

hay una estrella en tu espalda
         y el perfume que lleva la sombra en el aire

un viento mueve apenas
         las espumas que la marea entre algas
deja a los pies de las vírgenes

un desierto mece en las orillas
el canto de los océanos
         bajo nubes de tormenta

*

tanguito

al oeste de tus pezones
         al oeste
no hay nada más que tu perfume
         el aire que dejaste
al irte tras las nubes

al sur de tu cabellera de agua
         y sin tus ojos
descubren las manos del ciego
         la extensión de la sombra

es el viento, y la fragancia del
         durazno, y los sonidos
que se llevaron la música al oeste

al oeste de tus pezones
         ya no hay nada
ni las nubes
en tu perfume

no hay dolor parecido
         a la ausencia 

*

aquí también huele a pez
         y alguien duerme
en un valle
donde apenas vuelan
         pelusas de álamo
en la luz vertical
vestigios del placer
         recuerdos de la carne saciada

*

un beso y otro beso, y otro más
         como la lluvia en la lluvia
y la tristeza en la guerra
esa tarde en la estación gris
         cercana al hipódromo
y al parque
         donde el jacarandá esperaba
aun la primavera

*

un cielo busca otro
         cielo tras la luz de la retama
un océano lee
         signos de honduras, penas
que en la espuma
         mueren, mientras en un beso
se deshacen
         los amantes

*

ojos con luz propia
         de aguas hondas, de abismos
donde no hay sombra posible

ojos que de miel encienden
         tardes, señales en el sendero

el horizonte guarda
entre pétalos de agapanto
         el sol que muere

*

resuenan pasos en la casa vacía
         palabras
algunas canciones

ánforas de lluvia plenos
         en brazos de debilidad leve
mueren los labios
         en una sonrisa, mueren de amor
los que miran en la tarde que muere

*

cuando duele la luz caída
         desde árboles, desde pájaros
que incendia la tarde

sólo lluvia sobre el mar
         agua en el agua y la espuma
que alza salobre viento
         sexo omnipresente y sin fin

*

un combate desigual
         enciende árboles de otoño, muerde
el aire con el sol envejecido

no hay vencedor: los pliegues
         de la sombra tienden
nubes, tampoco
habrá huida: el final
         es arder hasta la ceniza
o descansar
         en la margen ignorada


Grupo de poemas aparecidos en una antología en Cuba, para el XV Festival de Poesía de La Habana, realizado entre el 24 y el 30 de mayo de 2015.
Gerardo Burton (Buenos Aires, 1951). Poeta y periodista. Reside en Neuquén desde 1986.
Foto: Liliana Campazzo. GB en Cuba.

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