INDIOS Y TURISTAS
A Gustavo Pereira
Como el
jaguar cuando se oculta
entre las hojas
y es hojarasca
así nosotros, desnudos,
nos pintamos
para que nos vean. Después
nos vestimos como
ellos
para que nos dejen de ver.
Ellos fotografían lo que se va a extinguir
nosotros miramos
cuánto han desaparecido.
Después los incorporamos a la ronda.
Los tomamos de la mano
para que dancen
tan
humillados
que no se puedan ni ver.
Así sabrán
que el hombre que caza un jaguar
se pudre
en el ojo del jaguar.
DORMIDERO DE PÁJAROS
A Baltasar Castilla
Está aquí,
en el recodo de un río
del
Pantanal del Mato Grosso,
la
anunciación del planeta.
De a miles
llegan las bandadas
y coronan
los árboles:
de abismos
los ibis,
de
eternidad
las garzas.
A tan alta
presión
someten
a la belleza,
que sientes el pasar, nada más que el pasar
neutro de
la muerte
y de la
vida
las
desoladas lámparas.
Aquí, el
planeta extrajo
el rocío de
mercurio
de sus extinciones
para alzar
el cáliz
incandescente
de su
infancia.
Y canta,
canta
hasta que
el día se muera
canta.
Y lo abandona.
Dentro del
río
se deshoja
el sol
en las pirañas.
Los ibis
las garzas
duermen.
(Despacio,
muy despacio, llenan
la luna
de estatuas.)
Así pudo
ser toda la tierra.
La
constelación que era
antes que
la naturaleza
la
ensoñara.
En:
“Guarán”, Cornejo Aráoz Colección, Salta, 2012.
Leopoldo
Teuco Castilla (Salta, 1947).
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