MATERIALISMO
HISTÓRICO
andaba tan
delgado, chocaba con las gentes
y no sabían a
quién pedir disculpas,
sólo veían un
diario alejando su página política,
ya era un hálito,
el espejo no me reflejaba,
para salir a las
calles ponía en el bolsillo
un croquis de mi
persona por si me desarmaba
y una bola de
hierro para que el viento no me eleve.
Me fui
transformando en una espina sin rostro,
ya no era un
hombre, tan sólo una película aérea,
nadie como yo
soñaba una reencarnación,
vulneraba la ley
de gravedad, no daba sombra,
me quedaban dos
neuronas y tres glóbulos rojos cada vez más pálidos.
Un día olvidé mis
precauciones mínimas,
el viento me alzó
como a un átomo sin eslabones,
royó mis ropas
dejando mis costillas al aire,
volé donde quiso
hasta que descubrí otros congéneres
que agitaban como
yo sus calaveras por el cielo frío,
nos fuimos
enganchando, poco a poco ajustamos
nuestros extraños
sujetos como una gran crucifixión
enhebrando los
huecos torácicos cada vez más densamente
hasta que al fin
oscurecimos la atmósfera.
Ahora volamos,
sí, pero al contrataque,
nuestros huesos
exterminadores bombardean el mundo
hasta no dejar en
pie ningún rey, ninguna miseria.
Entonces
bajaremos cubiertos de carne estival
a darnos besos.
De: “Sangral América”, 1966-1969.
En: “Poemas”, Colección La
Honda, Casa de las Américas, Cuba, 1971.
Julio Huasi (Buenos Aires, 20 de marzo de 1935- 11 de marzo de 1987).
Foto: Jmp, detalle de tapa de “Poemas”.
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