E = M C ²
Einstein abrió la ventana
hacia la noche clara de verano.
El universo era demasiado
aún para un hombre como él.
Qué difícil meterlo en el cerebro;
los delicados muros
del cráneo le rompía, estremeciendo
los agudos, dramáticas finales
de los restantes huesos.
Extrañamente en ese andar había leyes,
pero la Ley era un escándalo secreto
una remota lucidez
cuyo sentido estaba huyendo
desde cualquier lugar hacia ninguno.
Se reveló, no obstante,
por gracia de este hombre
que abría su ventana hacia la noche,
una posible síntesis terrestre:
cabía en cuatro cifras tan culpables
que hacían sospechosa la inasible
profundidad del cielo: la muerte
quedaba desde entonces liberada
como esencial finalidad del cosmos.
De: “Contemporáneo del mundo”, 1962. En:
“Obra poética”, Emecé, 2000.
Joaquín Giannuzzi (Buenos Aires, 1924 –
Salta, 2004).
Ilustración: En 1946 la reconocida revista Science Illustrated
invitó a escribir a AE un artículo sobre su formula en relación a la era
nuclear.
Einstein tituló su trabajo: "The Most
Urgent Problem of Our Time."
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