Había una vez un hombre,
descalzo y menudito
jamás se habría convertido en mi padre
si yo no me hubiese entrometido.
Pero también mi padre,
naturalmente en tiempos pasados
había elegido a su abuelo entre sus antepasados.
A su tiempo también mi hijo, un hermoso día de mayo
- no sin un poco de pena y dolor,
arrancó del paraíso a aquel dichoso Marko
para endosarle el grado de padre.
Y ahora aquí estoy. Cuido mi huerto
y siento alivio por cada planta, por cada semilla.
Abuelo y nieto de mí mismo,
genitivo y descendencia al mismo tiempo.
Yo solo. Solo con mi barba.
Estirpe y morada. Viejo sombrero desechado
en la cabeza de un niño.
Traducido del Esloveno por Juan Octavio Prenz y Betina Lilián Prenz.
RODOVNIK
Nekoč živel je človek,
bos in suh,
nikoli ne bi postal moj oče
brez sinovih zaslug.
Pred tem si je tudi oče,
svoje dni, seveda,
odbral med predniki deda.
Potem je moj sin nekega maja,
ne čisto brez muk in bolečin,
zvlekel brezskrbnega Marka iz raja,
mu nataknil starševski čin.
Zdaj sem tu. Za vrt skrbim,
in se veselim, če kaj iz zemlje pogleda.
Sam sebi sem nono in vnuk,
rodilnik in pokolenje.
Sam. Sam s svojo brado.
Rod in dom. Star klobuk
poveznjen na otročjo glavo.
En Taller-Espacio La Poesía
Marko Kravos (1943), poeta, escritor, ensayista y traductor esloveno residente en Trieste.
Foto: Taller-Espacio La Poesía, City Bell.
No hay comentarios:
Publicar un comentario