Y LA BOCA ME DIJO *
J.D.
No llores, nadie oye. - Del cielo de la isla
no queda casi nada. - La mañana está cerca.
No llores, no te quiebres. - Si cada uno es siervo
de lo quiso ser. - La noche ya termina.
No te arrepientas, digo, - vas a cruzar el río
como se cruza un sueño. - Celebrarás tan pronto…
¿Qué importan que hayan dicho - lo que dicen que dicen?
Lo tuyo fue algo más - que las pobres palabras.
Brillen, brillen sin término - las hachas de la fiesta,
gocen tu vejación - hasta el duro apogeo:
cada fuego de luz - es una luz imbécil,
la terca tiranía - de una mente deforme.
¿Que triscaba la oveja - pasto hasta la raíz?
¿Que mudan de opinión - de parado a sentado?
y bien, qué más te da, - tu ilusión era el alba.
Pronto celebrarás - un nuevo nacimiento.
La música está hecha, - queda escrita en el agua,
en el color del tiempo, - sin pulso de codicia.
Hubo que ver y verse - colgado de los árboles
para cruzar las sombras, - las efímeras sombras.
La noche es esta boca - turbia que te mastica,
aunque haya luna ahora - como para unas bodas.
Vas a cruzar el río - y también la esperanza
en nave de dos filos. - En nave de dos filos
de golpe, con el viento, - vas a cruzar tu rostro:
el deseo de ser - que pide lo imposible.
Llegaste a lo más tenso, - al centro de la herida.
No desesperes, - sólo un reino nos hiere.
Moro móriae, dónde - está tu honor ahora,
vos que sentiste siempre - su gracia sobre el hombro.
Algo abisal te llama. - Hacé crujir el seso
hasta encontrar el chiste - hundido en la mollera.
Si tan cerca, en la furia - del alba (oí, oí
absurda majestad, - sonriendo entre caries
vas a tirarte
* A Tomás Moro le cortaron la cabeza por haber mantenido su palabra. Tal vez su santidad esté en su humor y en su silencio; alguien que combinó política y escritura, con una mente deslumbradoramente abierta.
En “Canción del Samurai”, Ediciones del Dock, 2004.
Javier Adúriz nació el 16 de abril de 1948 en Buenos Aires. Poeta y ensayista.Imagen: Tres Samurai.
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