LAS LARGAS AMISTADES
Las largas amistades.
Las amistades densas, trabajadas
como el cuero y la roca.
Con lentitud.
Asiduas o distantes.
Con pausas de violencia
o mansedumbre elemental.
esa extraña lealtad
las limpia cepa
de moderada luz.
La fe certera.
Y esa forma de amor apaciguado
que busca perdurar
Pocas veces abarcan el tiempo
que la vida
concede a nuestra sombra
para abarcar
el mundo.
Pero las amistades fundadas,
verdaderas,
atraviesan la muerte con natural
certeza,
sin dudar que los rostros
los nombres, las edades
que fueron avanzando, desvastando,
no tienen validez
en la serena continuidad
de puente
–a veces sumergido–
que las profundas, largas amistades
extienden con el ritmo
del sol
o el arco iris.
En “El tiempo, ese desierto demasiado extendido”, Hojas y Cuadernos de Sudestada, 1993.
Ana Emilia Lahitte nació en La Plata el 19 de diciembre de 1921.
Foto: Jmp
No hay consuelo alguno. Voy a extrañar que el cartero me traiga sus libros, su presencia en mi vida desde que yo era una piba, siempre. No sé por qué me quería tanto pero era mutuo. Voy a extrañar sus cartas. Su dulzura. Su humildad. Perra vida, se lleva a los mejores. Al menos está descansando con los mejores, sus pares, allá arriba. Concepción Bertone
ResponderEliminarLa voy a extrañar inmensamente. Nos queríamos tanto, tanto...
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