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lunes, 2 de agosto de 2010

Santiago Bao – Despliegues


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DESPLIEGUES

“…y siento como un eco del corazón del mundo
que penetra y conmueve mi propio corazón.”
Rubén Darío



Las sábanas arrugadas de la mañana,
esa torre que una vez construí
para aprender qué cosa era la fragilidad,
los bolsillos de todos los días
con las pelusas de nuestra historia,
la piel del estío,
el bote junto a la orilla,
la blancura de las ventanas abiertas al sol,
el campo verde y más allá el bosque,
un cajón en la cómoda con cartas de amigos,
aquella calle de San Fernando en el otoño,
el delta del Paraná,
Machu-Pichu,
el río Negro,
ese poema que nunca escribí y se disipó en un sueño,
la copa de vino con quienes amo,
Mozart,
enamorarme,
los libros subrayados,
el cielo lejos de la ciudad
entre los campos de la primavera,
la isla de Pascua,
las mañanas en Purmamarca o Cachi,
los campos de girasoles,
el arco iris de la niñez,
la lluvia sobre el río,
la fotografía en que no nos vemos pero estamos,
la sombra del otro junto a la nuestra,
Antonio Porchia,
el pan junto al fuego,
el niño que corre con su sueño, las pisadas en la playa,
la esquina del encuentro,
el placer de los cuerpos en el cuerpo,
mis hijos,
el desafío de la hoja en blanco,
Hieronimus Bosch,
el collar de sangre del atardecer en los médanos,
la manzana del conocimiento,
preguntar,
la imagen del espejo en el espejo,
el cuchillito que me regaló mi padre,
la mesa de madera al aire libre,
mi madre joven que me visita en sueños,
Augusto Rodin,
las piedras del camino después de la lluvia,
el rastro del mundo dentro de nosotros
el río después de la colina,
encontrar una mañana ese adiós perdido
las caminatas en las tardes fervorosas,
Ezra Pound,
el Alto Nilo,
el granito, el pórfido y el travertino,
Fernando Pessoa.
Desfiladeros de ceniza,
tramas, brújulas, mapas, horóscopos
que no alcanzan a explicar
los incesantes despliegues de una realidad
más vasta; las marcas, huellas,
islas que despuntan permanentemente
los territorios de infinitos universos
que son uno solo;
nuestra trayectoria de fragmentos sin orillas,
nuestro íntimo deseo de faltar a la cita
de los adioses para siempre.

En: “Despliegues”, Fondo Editorial Rionegrino, 2006

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Santiago Bao nació el 5 de septiembre de 1936 en San Fernando, provincia de Buenos Aires.
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Imagen: Foto Jmp, detalle de tapa de “Despliegues”.
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