Páginas
▼
sábado, 22 de mayo de 2010
Juan L. Ortíz – Sí, sobre la tierra
_
SÍ, SOBRE LA TIERRA…
Sí, sobre la tierra siguen flotando las imágenes
o los sentimientos a veces nostálgicos
de aquéllos a quienes este resplandor
los tocó en su hora, en una hora lejanísima,
–oh, los del “Libro de la Poesía”, oh, Li-Pó–
con una gracia eterna.
Sobre los juncos y los lagos, sobre los arroyos y las colinas y los sauces,
su errante corazón es una niebla ligeramente ebria.
Los amantes y los poetas sienten en esa niebla que todo sube hasta el canto,
que el canto viene de muy lejos, de muy lejos, y no muere.
Y no morirá.
Mientras exista la tierra.
Porque la tierra tiene una atmósfera,
y ellos son del aire.
Ellos son el sentimiento del aire, las lágrimas del aire,
el espíritu del aire iluminándose
como vagas lámparas hacia los confines.
Oh, arder en el amor de la tierra y de sus criaturas, de su criatura,
arder en la nostalgia de la total relación,
ser atentos, completamente atentos,
a los cuidados cambiantes y a veces paradojales del amor,
en la llama decisiva quemarse si ella estalla,
y pasar también, por fin, al aire de los paisajes y las almas,
como un fuego sutil que abra siempre para los desconocidos
que miren temblar las hierbas o se encuentren frente a su destino,
el cielo, el cielo puro y misterioso del canto…
Quién habla de la muerte? El aire de la tierra, los espacios humanos,
tiemblan de sentimientos y de imágenes nobles.
_
De “El álamo y el viento” (1947), en “Obra Completa”, Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, 1996.
_
Juan Laurentino Ortiz nació el 11 de junio de 1896 en Puerto Ruiz, cerca de Gualeguay (Entre Ríos), ciudad donde vivirá hasta 1942 cuando se muda a Paraná. Murió el 2 de septiembre de 1978.
_
Foto: Juanele Ortiz
_
"su errante corazón es una niebla ligeramente ebria..." ¡qué belleza, por favor!, quizá por eso algunas veces respiramos tan profundamente que nos sentimos colmados de esa hermosura antigua, de voces y ecos de todo ese pasado.
ResponderEliminarComo siempre, gracias JM.