TODA SU VIDA
Me tumbé a echar una siesta. Pero cada vez
que cerraba los ojos, pasaban cirros
lentamente sobre el Estrecho, camino de Canadá.
Y las olas. Rompían en la playa
y luego nuevamente. Sabes que no sueño.
Pero ayer por la noche soñé que estaba viendo
un entierro junto al mar. Al principio quedé pasmado.
Y luego lleno de pena. Pero me
tocaste el brazo y dijiste: “No, todo es perfecto.
Era muy vieja, y él la quiso toda su vida”.
En: “Bajo una luz marina”, traducción de Mariano Antolín Rato (no bilingüe), Colección Visor de Poesía, 1996.
Raymond Carver, EEUU, 1938-1988
Foto: Carver
No hay comentarios:
Publicar un comentario