El amor
Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorjea al oído
y le gorjeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me ayuda
lo levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
río y ríe
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
–no se trata de amor
damos la vida–
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.
Anoche
Anoche entre mis sueños
puñado de cenizas
hice el amor contigo
sereno y exquisito
contigo que hace tanto
hace tanto estás muerto.
(Febrero, 21, 1990)
Con los brazos atados
Con los brazos atados a la espalda
un hombre
un hombre feo y joven
un rostro algo vacío
con los brazos atados a la espalda
lo hundían en el agua de aquel río
–un rato nada más
lo estaban torturando no matándolo–
con los brazos atados a la espalda.
No hablaba y lo pateaban en el vientre
con los brazos atados lo pateaban
le pateaban el vientre los testículos
se arrollaba en el suelo
lo pateaban.
Ahora mismo
hoy
lo están pateando.
(Agosto 13, 1969)
Los adioses
Morirse
no morirse
y estarse triste repartiendo adioses
moviendo
adiós
apenas
el pobre corazón como un pañuelo.
(2001)
Sabés
Sabés
dijiste
nunca
nunca fui tan feliz como esta noche.
Nunca. Y me lo dijiste
en el mismo momento
en que yo decidía no decirte
sabés
seguramente me engaño
pero creo
pero ésta me parece
la noche más hermosa de mi vida.
(La Habana, 1968)
L.V.
Ahí estabas
estás
estarás siempre
mirando qué
inmóvil
distraído.
Siempre.
Mientras yo esté.
Decir no
decir no
atarme al mástil
pero
deseando que el viento lo voltee
que la sirena suba y con los dientes
corte las cuerdas y me arrastre al fondo
diciendo no no no
pero siguiéndola.
-
Y diré que estoy triste
qué otra cosa decir
nada más
que estoy triste.
Estoy triste.
Eso es todo.
(Octubre 20, 1995)
La metáfora
Quemame dije
y ordené quemame
y llevo llevaré
–y es para siempre–
esa marca
tu marca
esa metáfora.
(Madrid, 1989)
El fuego
Sin él
aquí
sin él.
Su fuego susurrando.
(Las Toscas, junio 13, 1987)
Esto
Esto que va que viene
que llevamos que traemos
de un lado a otro
huesitos ganglios médulas
la voz el tacto dulce
el cristalino
el pubis
esto que cada noche
guardamos
frágil cosa
todo esto
qué es esto
sangre
aliento
piel
nada.
(Febrero 2, 2002)
-
Tanto que estuve amando
tanto tiempo
tanto que amé
que tuve
y que ya dejo
porque este mundo mío
ya no es mío
porque ahora abandono
y resigno
y me voy
y doy la espalda.
(Enero 14, 1990)
En: el espiniyo / revista de poesía de las cuatro estaciones año 02 número 04 otoño – invierno 2006___________
La conocimos este verano en su casa de Montevideo aunque desde siempre nos acompaña su poesía. Nos habló con pasión de política, con cierto dejo desesperanzado, y de literatura. Luego supimos que estaba a punto de realizarse una importante operación de la que hoy se está reestableciendo. Es una de las principales voces de su generación y de las que le precedieron, desde el inicial La suplicante (su primer cuaderno poético de 1945) hasta su Poesía Completa (Cal y Canto, 2003). Luis Alberto Spinetta llegó a decir que la poesía de I.V. “...tiene una carga humana tan grande que realmente es monumental.” En página 27 Irina Bogdaschevski comenta Al amor (edición bilingüe castellano-alemán). De este libro fueron extraídos la mayoría de los textos que aquí presentamos.